Clase Azul Tequila Añejo

Los Mazahua son una etnia indígena del centro-sur de México. Este grupo, muy reconocido por su artesanía, habita actualmente entre el Estado de México y una pequeña parte de Michoacán, donde sus manos continúa elaborando fajas, cobijas, cojines, manteles y chalecos. Verdaderas obras de arte. Ahora Clase Azul, cuya principal misión es poner en valor toda la cultura mexicana, rinde homenaje a este grupo con Clase Azul Tequila Añejo.

Tal y como su propia nombre indicia, Clase Azul Tequila Añejo es un tequila añejado en barricas de whiskey americano. Nada más y nada menos que 25 meses pasará este tequila en los recipientes de roble, consiguiendo con ello un toque único e inimitable, nada igual a lo que hayas probado.

Después de una larga espera, que puede durar entre siete y ocho años, comienza la elaboración de Clase Azul Tequila Añejo. Todo este tiempo habrá que esperar hasta que el agave azul, la única planta con la que se elabora esta bebida, haya madurado lo suficiente (justo antes del momento de florecer). Esa será la ocasión para comenzar la jima, nombre con el que se conoce el trabajo manual de separar las pencas (hojas) del corazón del agave. Esta labor será llevado a cabo por los jimadores, quienes serán los encargados de quedarse tan sólo con el centro del agave, lo que se conoce como la piña (y que puede llegar a pesar hasta 150 kilos).

Toda esta cosecha, que será muy voluminosa, será llevada hasta los hornos de ladrillo, donde serán cocidas para extraer el zumo de azúcar que posteriormente será fermentado. Este proceso, que puede llegar a durar varios días, es fundamental, ya que gracias a él se consigue reblandecer este fruto tan duro y resistente. Tras molerse, se consigue una especie de pasta, muy fibrosa, que se conoce como marrana, que se prensará y de la que se extraerá todo el jugo (conocido como miel de agave por su alto contenido en azúcares).

Una vez fermentado, llega el momento estelar de cada productor ya que cada casa posee sus propias levaduras. Así ocurre en Clase Azul Tequila Añejo, donde se pondrán a trabajar a su particular selección de levaduras patentadas. Tras convertirse todos los azúcares en etanol, Clase Azul Tequila Añejo será doblemente destilado en alambiques de cobre. Por último, la madera de roble envinada anteriormente con whisky serán el toque final en el que Clase Azul Tequila Añejo terminará de moldearse durante casi dos años.

¡El mejor homenaje posible a la cultura mexicana!