Elaboración del vino rosado.
El vino rosado es un vino un tanto complejo de elaborar. Requiere destreza y finura ya que sino se puede conseguir un resultado no deseado.
Hay diversas formas de elaborarlos. Puede ser el fruto de la vinificación de uvas tintas o de uvas tintas y blancas y su elaboración se caracteriza por el hecho de que la fermentación transcurre total o parcialmente en ausencia de partes sólidas de la uva. Es por este motivo que en general se vinifican de la misma manera que los blancos.
Los buenos rosados mayoritariamente se elaboran exclusivamente con una variedad de uva. Sin embargo hoy día encontramos también muchos rosados que son fruto del coupage de distintas cepas. Algunas de las más usadas son la Garnacha Tinta, la Gamay, la Bobal. Mencía, Pinot Noir...
Por un lado tenemos los rosados de prensado directo de uva tinta o mezcla de uva tinta y uva blanca. Esta técnica es la que consigue más calidad. El color en este tipo de rosados se consigue durante la maceración que pasa el mosto con los hollejos durante el prensado.
Luego está la técnica del “sangrado”. Esta consiste en elaborar vino como si fuera tinto y en el momento que el mosto está en el depósito con los hollejos se deja macerar hasta que coja el color deseado y luego se sangra una parte que va a ser la del rosado. Practicando esta técnica el elaborador consigue por un lado un rosado con el color que desea y por otro un tinto de “doble pasta” con más color y estructura por el hecho de haberse vinificado con una proporción de hollejos más alta de lo normal.
Existen también los llamados claretes, vinos de color rosado resultado de la mezcla de vino blanco y tinto o de cofermentación de variedades de ambos tipos. Tradicionalmente los claretes habían sido muy habituales en España pero actualmente no son tan populares.
Historia del vino rosado.
El vino rosado tal y como lo conocemos es posible que tenga su origen en la época de los romanos en Provenza y el Languedoc-Rosellón, Francia, aunque ya antes los griegos elaboraban rosados fruto de la mezcla de uvas tintas y blancas que habitualmente diluían en agua para rebajar su intensidad. Hay muchas leyendas griegas al respecto que atribuyen al vino no diluido la capacidad de enloquecer a quien lo bebe por ser demasiado alcohólico.
Con el paso de los años cada zona ha ido encontrado su estilo de vino rosado. Por ejemplo, en el sur de Francia los rosados de Garnacha Tinta, Carignan y Syrah tienden a tener muy poco color, a ser secos y a desplegar aromas florales y frutales.
Por otro lado, en Burdeos los rosados de Cabernet Sauvignon y Merlot son generalmente más intensos y estructurados que los primeros e incluso nos pueden llegar a recordar a los vinos tintos.
Finalmente, otro tipo de rosados, los de más al norte, los del Valle del Loira. Debido a proceder de una latitud más septentrional estos vinos rosados son mucho más secos y frescos que los de sus compañeros del sur. Acostumbran a ser más cítricos que florales.
Para terminar, comentar también que los primeros vinos espumosos y los primeros Champagne también fueron rosados. Actualmente, los Champagne rosados acostumbran a ser más caros que los blancos.
Clasificaciones del vino rosados.
Los vinos rosados, al igual que los demás, se pueden clasificar según el azúcar residual que contienen, por lo que pueden ser:
-Secos: cuando contienen de < 5 gr/l de azúcar residual.
-Abocados: cuando contienen de 5 a 15 gr/l de azúcar residual.
-Semisecos: cuando contienen de 15 a 30 gr/l de azúcar residual.
-Semidulces: cuando contienen de 30 a 50 gr/l de azúcar residual.
-Dulces: cuando contienen > 50 gr/l de azúcar residual.
También podríamos clasificarlos según el tiempo que han macerado con los hollejos, por lo tanto según su intensidad de color, de más pálidos a más intensos.
Elaboradores de referencia de vino rosado.
Hemos visto que los rosados nacieron en la Provenza. No obstante, actualmente podemos encontrar muchos rosados distintos, desde frescos y frutales a con más cuerpo y crianza.
Vamos a mencionar algunos de los elaboradores de referencia:
De España, procedentes de la Rioja tenemos por ejemplo Viña Tondonia,l Muga o Viña Real. En Navarra Monjardín, Viña Zorzal o Gran Feudo. Por otro lado, en el Penedès, encontramos Jean Leon, Can Sumoi o Gramona. Incluso en Mallorca encontramos buenos rosados, como por ejemplo el de la bodega 4 Kilos y su Moteur Pistache Rosé.
En Francia la mayor parte de elaboradores de rosados se concentran en el sur. De la Provenza, algunas de las bodegas más conocidas son Clos Cibonne, Miraval, Domaines Ott o Domaine d'Eole y del Valle del Ródano, Domaine de La Janasse, Domaines Paul Jaboulet Aîné o M. Chapoutier.
Finalmente, de Italia, podemos nombrar Cascina degli Ulivi de la zona del Piamonte, Le Coste del Lacio o Tenuta Rapitala de Sicilia.
Cata y maridaje de vino rosado.
Los vinos rosados pueden ser de muchos tipos. Desde frescos, sutiles y ligeros, frutales y golosos, a más complejos o concentrados y estructurados. Esto les convierte en vinos muy gastronómicos, buenos compañeros de mesa, que maridan perfectamente con la gran mayoría de platos.
Además, acostumbran a ser más ácidos y suaves que los vinos tintos. Su acidez y aromas los convierten en vinos refrescantes, de modo que se pueden disfrutar también antes de las comidas.
El vino rosado es un vino versátil. Puede acompañar sin restar protagonismo embutidos, quesos suaves y carnes ahumadas. Los más frutales congenian también con todo tipo mariscos y si son un poco más vegetales o más secos, un buen plato de pescado es una excelente opción. También casan perfectamente con pastas y arroces e incluso con muchos postres son una buena combinación.
Y a tí, ¿te gusta el vino rosado más intenso o más sutil y delicado?¿Ya has encontrado el rosado que más te gusta?