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Vinos del Priorat
Tradición y un paisaje de ensueño se dan la mano en el Priorat, cuna de grandes tintos con mucha personalidad
Priorat es artesanía y tradición, viejas y robustas vides que crecen y nacen muy en el interior de la provincia de Tarragona y se cultivan sobre laderas escarpadas y bancales pizarrosos de escasa fertilidad y muy difícil cultivo. En el Priorat se elaboran grandes tintos de una excelente calidad, de color granate, robustos, de sabor denso y rico y aroma muy intenso, muchas veces con el reflejo mineral de sus suelos muy presente.
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Ferrer Bobet Selecció Especial 2018
Fresco Priorat con el savoir faire de Raül Bobet
D.O.Q. Priorat
(Cataluña)
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Terroir al Límit Històric Negre 2021
Toda la esencia de Priorat a un precio contenido
D.O.Q. Priorat
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Blanco joven fresco y mineral de la “Vila” de Bellmunt, DOQ Priorat
D.O.Q. Priorat
(Cataluña)
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Conoce D.O.Q. Priorat

Historia y localización
Priorat está situado al sur de Catalunya, en el interior de la provincia de Tarragona. Se encuentra enclavado en una depresión de montañas, a los pies de la sierra de Montsant y regada por el río Siurana y sus afluentes.
La historia de la elaboración de vinos en la zona se remonta a principios del siglo XII, cuando los monjes cartujos procedentes de la Provenza llevaron las técnicas y el conocimiento necesario para la elaboración de vino hasta estas tierras.
El rey Alfonso I fue el encargado de buscar un lugar idóneo para que los monjes se asentaran en Catalunya, con el propósito de fijar un asentamiento en las tierras que acababa de conquistar. Mandó a dos caballeros a recorrer el territorio, quienes al llegar a los pies de la Sierra del Montsant quedaron enamorados de la belleza del lugar.
Además, corría una leyenda que decía que en el pino más alto de aquel valle aparecía una escalera por donde los ángeles ascendían al cielo.
Los caballeros le comunicaron el descubrimiento al rey, quien no dudó en que sería el lugar idóneo para los monjes y así se lo hizo saber. Los monjes cartujos estuvieron encantados con la propuesta y decidieron levantar allí su monasterio, monasterio de Scala Dei en honor a la escalera que utilizaban los ángeles para ascender al cielo, así como un templo dedicado a Santa María en el punto donde se encontraba el árbol de la leyenda.
A lo largo de los siglos, los monjes se encargaron de cuidar las viñas y proteger a los pueblos de la zona, que fueron creciendo a su amparo. Las viñas se fueron extendiendo poco a poco hasta llegar a ocupar prácticamente todos los rincones de aquellas montañas, cultivadas en pequeñas parcelas por los aldeanos.
A finales del siglo XIX la filoxera llegó al Priorat, lo que hizo que desaparecieran la mayoría de las vides.
Fue un duro golpe que hizo que los campos se replantaran con almendros, avellanos y olivos como alternativa a las viñas y no sería hasta la década de los años 50, ya en el siglo XX, cuando se volviera a apostar por la replantación de nuevas viñas para intentar volver a la elaboración de aquellos grandes vinos que se habían elaborado en la zona.
El 23 de Julio de 1954, Priorat obtiene el primer reglamento como Denominación de Origen, reglamento que se ratificaría más tarde primero en el año 1959 y después en Mayo de 1975.
Unos años después, ya en la década de los años 80 empezaría el relanzamiento de la D.O. Priorat.
Todo empezó con René Barbier un, hasta entonces desconocido, viticultor francés que supo ver el potencial que le ofrecían las viñas viejas de garnacha y cariñena plantadas en laderas sobre suelos de pizarra y la diversidad de parcelas y exposiciones que presentaban aquellas tierras.
En el año 1989 René Barbier convenció a 4 amigos (Carles Pastrana, Josep-Lluís Pérez, Daphne Glorian y Álvaro Palacios) del potencial que presentaba el Priorat y juntos decidieron elaborar un gran vino aprovechando todo el potencial que les brindaba esta denominación.
El año siguiente decidieron elaborar cada uno de ellos ya por separado, y de aquí saldrían algunos de los grandes vinos que hoy en día se conocen de esta denominación como Clos Martinet, Clos Mogador, Clos Erasmus o el famoso y codiciado L'Ermita de Álvaro Palacios.
A día de hoy el Priorat es una denominación reconocida internacionalmente por la gran personalidad y complejidad de sus vinos.
Carácter: uva, suelo y climatología
El Priorat está dividido en 12 zonas de producción. 12 villas con diferentes matices en su geografía y climatología.
Bellmunt del Priorat, Scala Dei, Gratallops, El Lloar, La Morera de Montsant, Poboleda, Porrera, Torroja del Priorat, La Vilella Alta, La Vilella Baixa, Masos de Falset y Solanes del Molar. De ellas nace el "ví de vil·la" (vino de villa), vino elaborado con uva procedente de una única villa, creando así un gran vínculo entre la uva y el territorio en el que crece. Tipicidad, identidad y terroir.
El Priorat se encuentra a los pies de la Sierra de Montsant. La característica principal de su orografía son grandes pendientes muy pronunciadas llamadas "costers" (cuestas). Tan pronunciadas en algunos puntos, que obligan a construir terrazas para poderlas cultivar. Algunas terrazas son tan estrechas que hacen muy difícil el trabajo mecánico, obligando a realizar todas las tareas en la viña de forma manual.
Los suelos son otro de los signos de identidad de esta denominación. Suelos poco profundos y formados principalmente por la desintegración de pizarras, que en la zona reciben el nombre de "licorellas", entre las que se cuelan las raíces de la viña buscando agua y nutrientes. Esta "licorella" es la que aporta al vino del Priorat esas notas minerales, a pizarra, tan características.
El Priorat, aún y encontrarse relativamente cerca del Mar Mediterráneo, se encuentra aislado de su influencia por la sierra de Montsant, que también ofrece protección de los vientos fríos que vienen del norte.
Cuenta con unas condiciones óptimas para la maduración de la uva, marcada por grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche. En verano, las temperaturas máximas durante el día pueden llegar hasta los 40º, mientras que de noche pueden caer hasta los 12º. Los veranos son largos y muy secos y los inviernos fríos, sufriendo algunas heladas y granizadas.
La temperatura media a lo largo de todo el año se sitúa en torno a los 15º y las precipitaciones entre 400 y 600 litros por metro cuadrado.
La variedad principal del Priorat es la Garnacha Tinta, aunque a también se cultivan otras variedades permitidas por la denominación: Mazuelo, Garnacha peluda, Tempranillo, Picapoll tinto, Cabernet sauvignon, Cabernet franco, Pinot noir, Merlot y Syrah.
Además, se plantan las variedades blancas Garnacha blanca, Macabeo, Pedro Ximénez, Chenin, Moscatel de Alejandría, Moscatel de grano menudo, Blanquilla, Picapoll Blanco y Viognier.
Principales bodegas del Priorat
El Priorat está formado por infinidad de pequeñas bodegas, muchas veces familiares, que miman la viña de una manera muy personalizada con un gran trabajo artesano basado en la tradición.
Entre ellas se encuentran algunas bodegas que han alcanzado una gran repercusión gracias a la gran calidad de sus vinos.
Bodega Álvaro Palacios es una de las más conocidas, artífice de uno de los mitos de esta denominación, L'Ermita. Clos Mogador o Mas Martinet son otras bodegas que han conseguido hacerse un hueco entre los vinos más codiciados internacionalmente.
Ferrer Bobet, Terroir al Límit o Celler Vall-Llach son otras bodegas relativamente jóvenes, pero que están empezando a obtener un gran reconocimiento por la calidad de sus vinos.
Situación de D.O.Q. Priorat
Priorat está situado al sur de Catalunya, en el interior de la provincia de Tarragona. Se encuentra enclavado en una depresión de montañas, a los pies de la sierra de Montsant y regada por el río Siurana y sus afluentes.
La historia de la elaboración de vinos en la zona se remonta a principios del siglo XII, cuando los monjes cartujos procedentes de la Provenza llevaron las técnicas y el conocimiento necesario para la elaboración de vino hasta estas tierras.
El rey Alfonso I fue el encargado de buscar un lugar idóneo para que los monjes se asentaran en Catalunya, con el propósito de fijar un asentamiento en las tierras que acababa de conquistar. Mandó a dos caballeros a recorrer el territorio, quienes al llegar a los pies de la Sierra del Montsant quedaron enamorados de la belleza del lugar.
Además, corría una leyenda que decía que en el pino más alto de aquel valle aparecía una escalera por donde los ángeles ascendían al cielo.
Los caballeros le comunicaron el descubrimiento al rey, quien no dudó en que sería el lugar idóneo para los monjes y así se lo hizo saber. Los monjes cartujos estuvieron encantados con la propuesta y decidieron levantar allí su monasterio, monasterio de Scala Dei en honor a la escalera que utilizaban los ángeles para ascender al cielo, así como un templo dedicado a Santa María en el punto donde se encontraba el árbol de la leyenda.
A lo largo de los siglos, los monjes se encargaron de cuidar las viñas y proteger a los pueblos de la zona, que fueron creciendo a su amparo. Las viñas se fueron extendiendo poco a poco hasta llegar a ocupar prácticamente todos los rincones de aquellas montañas, cultivadas en pequeñas parcelas por los aldeanos.
A finales del siglo XIX la filoxera llegó al Priorat, lo que hizo que desaparecieran la mayoría de las vides.
Fue un duro golpe que hizo que los campos se replantaran con almendros, avellanos y olivos como alternativa a las viñas y no sería hasta la década de los años 50, ya en el siglo XX, cuando se volviera a apostar por la replantación de nuevas viñas para intentar volver a la elaboración de aquellos grandes vinos que se habían elaborado en la zona.
El 23 de Julio de 1954, Priorat obtiene el primer reglamento como Denominación de Origen, reglamento que se ratificaría más tarde primero en el año 1959 y después en Mayo de 1975.
Unos años después, ya en la década de los años 80 empezaría el relanzamiento de la D.O. Priorat.
Todo empezó con René Barbier un, hasta entonces desconocido, viticultor francés que supo ver el potencial que le ofrecían las viñas viejas de garnacha y cariñena plantadas en laderas sobre suelos de pizarra y la diversidad de parcelas y exposiciones que presentaban aquellas tierras.
En el año 1989 René Barbier convenció a 4 amigos (Carles Pastrana, Josep-Lluís Pérez, Daphne Glorian y Álvaro Palacios) del potencial que presentaba el Priorat y juntos decidieron elaborar un gran vino aprovechando todo el potencial que les brindaba esta denominación.
El año siguiente decidieron elaborar cada uno de ellos ya por separado, y de aquí saldrían algunos de los grandes vinos que hoy en día se conocen de esta denominación como Clos Martinet, Clos Mogador, Clos Erasmus o el famoso y codiciado L'Ermita de Álvaro Palacios.
A día de hoy el Priorat es una denominación reconocida internacionalmente por la gran personalidad y complejidad de sus vinos.
Carácter: uva, suelo y climatología
El Priorat está dividido en 12 zonas de producción. 12 villas con diferentes matices en su geografía y climatología.
Bellmunt del Priorat, Scala Dei, Gratallops, El Lloar, La Morera de Montsant, Poboleda, Porrera, Torroja del Priorat, La Vilella Alta, La Vilella Baixa, Masos de Falset y Solanes del Molar. De ellas nace el "ví de vil·la" (vino de villa), vino elaborado con uva procedente de una única villa, creando así un gran vínculo entre la uva y el territorio en el que crece. Tipicidad, identidad y terroir.
El Priorat se encuentra a los pies de la Sierra de Montsant. La característica principal de su orografía son grandes pendientes muy pronunciadas llamadas "costers" (cuestas). Tan pronunciadas en algunos puntos, que obligan a construir terrazas para poderlas cultivar. Algunas terrazas son tan estrechas que hacen muy difícil el trabajo mecánico, obligando a realizar todas las tareas en la viña de forma manual.
Los suelos son otro de los signos de identidad de esta denominación. Suelos poco profundos y formados principalmente por la desintegración de pizarras, que en la zona reciben el nombre de "licorellas", entre las que se cuelan las raíces de la viña buscando agua y nutrientes. Esta "licorella" es la que aporta al vino del Priorat esas notas minerales, a pizarra, tan características.
El Priorat, aún y encontrarse relativamente cerca del Mar Mediterráneo, se encuentra aislado de su influencia por la sierra de Montsant, que también ofrece protección de los vientos fríos que vienen del norte.
Cuenta con unas condiciones óptimas para la maduración de la uva, marcada por grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche. En verano, las temperaturas máximas durante el día pueden llegar hasta los 40º, mientras que de noche pueden caer hasta los 12º. Los veranos son largos y muy secos y los inviernos fríos, sufriendo algunas heladas y granizadas.
La temperatura media a lo largo de todo el año se sitúa en torno a los 15º y las precipitaciones entre 400 y 600 litros por metro cuadrado.
La variedad principal del Priorat es la Garnacha Tinta, aunque a también se cultivan otras variedades permitidas por la denominación: Mazuelo, Garnacha peluda, Tempranillo, Picapoll tinto, Cabernet sauvignon, Cabernet franco, Pinot noir, Merlot y Syrah.
Además, se plantan las variedades blancas Garnacha blanca, Macabeo, Pedro Ximénez, Chenin, Moscatel de Alejandría, Moscatel de grano menudo, Blanquilla, Picapoll Blanco y Viognier.
Principales bodegas del Priorat
El Priorat está formado por infinidad de pequeñas bodegas, muchas veces familiares, que miman la viña de una manera muy personalizada con un gran trabajo artesano basado en la tradición.
Entre ellas se encuentran algunas bodegas que han alcanzado una gran repercusión gracias a la gran calidad de sus vinos.
Bodega Álvaro Palacios es una de las más conocidas, artífice de uno de los mitos de esta denominación, L'Ermita. Clos Mogador o Mas Martinet son otras bodegas que han conseguido hacerse un hueco entre los vinos más codiciados internacionalmente.
Ferrer Bobet, Terroir al Límit o Celler Vall-Llach son otras bodegas relativamente jóvenes, pero que están empezando a obtener un gran reconocimiento por la calidad de sus vinos.