Poggio Antico Brunello di Montalcino

El Padrino, Casablanca, Regreso al Futuro, Gilda… Hay clásicos que nunca pasarán de moda. Igual que en el cine, también ocurre lo mismo en el mundo de los vinos. Ese es el caso de Poggio Antico Brunello di Montalcino, el tradicional y conocido tinto que nace en la Toscana italiana.

Hablar de Montalcino conlleva, irremediablemente, hacerlo también de este tinto típico de este pueblo, situado al sur de la provincia de Siena. Su área de producción, amparada por una Denominazione di’Origen Controllata, coincide con los límites de este pueblo donde numerosos elaboradores -entre ellos Poggio Antico- producen este vino desde el siglo XIX, cuando los agricultores locales comenzaron a experimentar con la sangiovese, (uva autóctona que se conoce en la zona como brunello o brunellino), que muestra una gran capacidad de envejecimiento. Según cuentan, la Junta de Clasificación de la Vide de Siena emitió un informe sobre uno de estos vinos, elaborado con uvas de 1843, y que había tenido un envejecimiento de 32 años. Dicho escrito afirmaba que este vino se estaba perfectamente conservado, sin apenas mostrar cambios en el tiempo.

En esos años ya se encontraban en activo I Poggi, Madre y Le Martine, las tres propiedades que se unieron en 1976 y que fue el origen del actual Poggio Antico. El Brunello di Montalcino de esta bodega nace en las colinas más alta de toda la denominación, al sur del pueblo de Montalcino, donde se encuentran las 35 hectáreas de viñedos. Desde 2020 todas ellas son cultivadas de forma ecológica, sin productos químicos, con abonos orgánicos y apoyándose siempre en labores manuales. La unión del suelo (principalmente calcáreo y de galestro), junto con las temperaturas templadas y secas, originan distintos microclimas y microterroirs, donde la sangiovese muestra matices, colores y aromas únicos y exclusivos. Esta peculiaridad se intenta mantener en todo momento. Por este motivo, las fechas de la vendimia serán distintas para cada parcela -en función de su maduración-, y se trabajarán por separado. Eso sí: todas las uvas, independientemente de su cosecha, serán seleccionadas. Este será tan sólo el primer paso del exhaustivo examen que se extenderá también a una mesa de selección -justo en el momento en la que la uva llega a la bodega- y a una clasificadora óptica.

Por último, Poggio Antico Brunello di Montalcino será procesado y encubado por separado, según las parcelas. Tras la fermentación, llega el momento del envejecimiento, con un mínimo de 2 años en barrica de roble francés y un año en botella (tal y como establece la denominación).

Según dijo Coco Chanel, la famosa diseñadora de moda francesa, "La moda pasa, el estilo permanece". Y así ocurre con Poggio Antico Brunello di Montalcino. Un clásico inmortal, atemporal y con el que siempre se acertará.