Château des Ferrages Roumery Rosé

La gastronomía, la moda, el amor… Todo es de color de rosa en Francia. ¡Y también el vino! En los últimos 30 años el consumo de este tipo de vino se ha triplicado y poco a poco se va poniendo de moda. Poco a poco se ha pasado de los vinos pálidos y secos a los colores brillantes en copa, los aromas afrutados en nariz y la jugosidad en boca.

En Pourcieux (un pueblo de la Provenza), a medio camino entre Aix-en-Provence y Saint-Maximin, se encuentran los montes Aurélien y Sainte-Victoire. A sus pies se hallan las mejores parcelas de la AOC Côtes de Provence. Y Michel Chapoutier ha sabido verlo. Bueno… más bien su hija, Mathilde Chapoutier, quien ha sabido identificar la idoneidad de este territorio para elaborar Château des Ferrages Roumery Rosé.

Los suelos calizos de arcilla roja son claves para el cultivo de la garnacha tinta, la syrah, la vermentino, la clairette y la cinsault con las que se elabora este rosado. Eso y el clima fresco, soleado y seco, donde sopla con fuerza el mistral, consiguiendo refrescar los viñedos y acabar con las enfermedades fúngicas. Esto resulta de gran ayuda, ya que Château des Ferrages Roumery Rosé se cultiva biodinámicamente, sin ningún tipo de producto químico, consiguiendo expresar al máximo las cualidades del terruño. Esta forma de cultivo ha sido uno de los pilares básicos en la forma de trabajar de Michel Chapoutier, llegando a abanderar una verdadera revolución en la forma de entender y trabajar el viñedo.

En Château des Ferrages Roumery Rosé la vendimia se realiza por la noche, intentando en todo momento conversar as frescura y los aromas de las uvas. Una vez en bodega, los racimos se prensan rápidamente, pasando a los depósitos de acero inoxidable donde Château des Ferrages Roumery Rosé fermentará a una temperatura controlada, consiguiendo un vino fresco y vibrante, ideal para el verano. Bonnes vacances!!