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D.O.: D.O. Bierzo, D.O.Ca. Rioja, Varias DO
Álvaro Palacios ya conocía El Bierzo, al igual que todas las zonas vinícolas de nuestro país, desde los tiempos en que recorría España vendiendo barricas por las bodegas. De hecho, incluso comenta Álvaro que en un principio dudó entre ir a elaborar al Bierzo o al Priorat, pero al final se decidió por el Priorat.
Sin embargo, su idea del Bierzo resurgió con fuerza cuando su sobrino Ricardo Pérez –hijo de su hermana Chelo Palacios- visitó la zona y quedó prendado por la singularidad del lugar y sus viejos viñedos, por la posibilidad de practicar una viticultura tradicional y absolutamente respetuosa, por las posibilidades de la Mencía y por la riqueza y variedad del suelo para hacer vinos distintos.
Siempre se ha sostenido que es Ricardo quien lidera el proyecto, es el responsable y el capitán de la casa, pero siempre ha estado y está apoyado y ayudado por su tío Álvaro, por lo que ambos fundan Descendientes de J. Palacios, en homenaje al padre de Álvaro y abuelo de Ricardo, que falleció en el año 2000.
En ese momento, Álvaro Palacios ya era una figura reconocida y respetada en el mundo vinícola cuando aterrizó en el Bierzo, pero también Ricardo, a quién todo el mundo conoce por “Titín”, tiene ya una larga experiencia en Francia, Chile y Estados Unidos, además de haber vivido el vino desde que nació en la bodega familiar Herencia Remondo en La Rioja, y haber visitado una gran cantidad de célebres productores franceses junto con Álvaro.
Historia de la bodega
Comenzaron el proyecto, incluso las primeras elaboraciones en 1999, con la ayuda y colaboración del berciano Raúl Pérez, enólogo y viticultor que muestra pasión por los retos más innovadores en cualquier parte del mundo y es uno de los grandes maestros en la variedad Mencía, al tiempo que iban adquiriendo pequeños trozos de viñedos viejos y singulares en las laderas de Corullón, así como una antigua bodega de piedra en el centro de Villafranca del Bierzo.
De hecho, el viñedo fue el primer encuentro con el minifundio y con la organización agrícola tradicional basada en el modelo familiar que trabaja diferentes cultivos para autoabastecerse. Y a medida que iban adquiriendo algunos de los viñedos más singulares, también se dieron cuenta de la importancia vital de la tracción animal para poder cultivar algunas de las imposibles laderas del pueblo que les cautivó: Corullón.
Empezaron en 1999 con dos vinos: Bierzo, un tinto básico elaborado con uvas de diferentes parcelas de diferentes términos de toda la zona del Bierzo, y el Corullón, algo ya más especial, elaborado con viñedos procedentes del término de Corullón, hasta que en 2001, concentran todos sus esfuerzos en elaborar vinos de fincas y parcelas específicas dentro del término de Corullón, pues en ese momento disponían de 15 hectáreas de viñedos viejos de altura, repartidos en unas sesenta pequeñas parcelas con exposiciones muy diversas y sobre diferentes suelos y escalas de altitud, donde ya se aplicaba la disciplina de la biodinámica en busca de la definición y la pureza de sus vinos parcelarios: Las Lamas, Moncerbal, La Faraona, San Martín, Fontelas …, donde cada uno de ellos es independiente y se caracteriza por algo en particular.
Desde que iniciaron la aventura, han ido comprando nuevas viñas, por lo que la producción de vinos y etiquetas se acomodan a la producción de la propiedad. Ello les ha llevado a poner en marcha la construcción de una nueva bodega a medidos del 2015 en el paraje de ‘Chao do Val’, en las inmediaciones de la carretera local LE-5250 de Villafranca del Bierzo-Sobrado.
Está diseñada por el reconocido arquitecto Rafael Moneo y estará terminada en 2017, por lo que los permitirá seguir creciendo, y pasar de las 400.000 botellas actuales hasta alcanzar las 600.000 botellas en un plazo de cuatro o cinco años, aunque la nueva bodega está dimensionada para una producción de unas 800.000 botellas. Ricardo Pérez Palacios, junto a su tío Álvaro Palacios, llevan trabajando desde hace prácticamente dos años con el arquitecto Rafael Moneo en el desarrollo y diseño de este proyecto, que al margen de la funcionalidad de una bodega ejemplar, también pretende ser un gran mirador integrado en el terreno, con vistas a las viñas estandarte de la bodega, como Moncerbal, Las Lamas, Fontelas o La Faraona, además de todo el valle de Corullón y la Peña de Seo.
La nueva bodega dispondrá de más de 6.000 m2, pero lo más importante es que sus vinos de alta gama se criaran a unos 15 metros de profundidad, con la humedad propia de la roca en unos calados excavados donde reposarán barricas, fudres y las botellas de sus vinos más exclusivos. De esta forma, más de la mitad del edificio estará bajo tierra y respaldado en la ladera, buscando la máxima integración en el paisaje de Corullón. Además, los espacios se distribuirán en tres bloques, comunicados por un pasillo subterráneo y separados en superficie por patios que distinguen una zona agrícola, otra zona social con oficinas y una última destinada a la elaboración, con una combinación de elementos de hormigón visto y piedra, y un tejado que tendrá una parte de cubierta vegetal y otra de pizarra.
Filosofía de trabajo
La filosofía de trabajo y elaboración de Descendientes de J. Palacios se basa en el concepto y la práctica de la cultura biodinámica. La biodinámica va más allá de la cultura ecológica, que no sólo evita los fertilizantes y tratamientos fitosanitarios químicos, sino que rescata la sabiduría milenaria del respeto a los ciclos naturales consiguiendo unos productos más sanos y libres de tóxicos que recuperan el auténtico sabor, aroma y sabores de cada terruño y ecosistema, elaborando el producto directo de la tierra con levaduras salvajes y autóctonas del lugar.
Para Ricardo, la cultura biodinámica como método no tiene ningún sentido si no está acompañada de otros tantos factores del paisaje agrícola y sus influencias: la tierra, la planta, los animales, el clima, la influencia del sol, los astros, la luna y por último el hombre como dinamizador del conjunto.
Por eso, cuando su calendario biodinámico le indica que es el momento justo para vendimiar una parcela determinada o una parte de ella, Ricardo se levanta a las 4 de la mañana, pone pies en la viña, y vendimia.
Y en la bodega pasa tres cuartos de lo mismo, cuando es el día marcado, incluso entre unas pocas horas para embotellar un vino de una determinada parcela, Ricardo no come ni cena y embotella. Quizás son ejemplos extremos, pero es una forma de entender el trabajo y, sobre todo, el estilo de vida de Ricardo tanto en el campo como en la bodega: una biodinámica integral pura.
Así, para aplicar ese credo, la bodega dispone de una colección de pequeñas tinas abiertas donde se aplica los bazuqueos manuales con levaduras autóctonas, y una batería de tinos de madera para realizar la fermentación maloláctica espontánea, además de una combinación de fudres ovales y barricas, tanto nuevas como usadas, para realizar las crianzas de sus vinos por parcelas y viñedos.
Vinos de la bodega Descendientes de J. Palacios
La gama de vinos de Descendientes de J. Palacios es una amplia colección en la que hay etiquetas para todos los gustos y bolsillos.
Pétalos del Bierzo nació en 2003, sustituyendo la etiqueta del tinto Bierzo, es su vino de mayor producción, y mantiene la necesidad de la bodega de ofrecer un vino más fácil en todos los sentidos, con una alta calidad floral y frutal, pero con muy poco tratamiento en bodega para no perder las cualidades que la uva de cepas viejas, por lo que también fue elegido mejor vino español por su relación calidad-precio al amparo de Robert Parker, el crítico de mayor prestigio internacional.
Villa de Corullón se elabora desde sus inicios, y actualmente se obtiene a partir de una selección de cepas de edades comprendidas entre los 60 y los 100 años, situadas en las laderas del término de Corullón. Es un vino balsámico con matices minerales y una gran expresión de frutas rojas sobre un fondo tostado y de especias.
La Lamas nace de tres parcelas con un total de 1,26 hectáreas, en el paraje de las Lamas, de viñedos entre 60 y 100 años con bajísimos rendimientos en pendientes muy pronunciadas. Fermenta en fudres de roble y recibe una crianza media de 13 meses en barricas nuevas de roble francés. Es un vino profundo, mineral, voluptuoso, con una densidad elegante y un cuerpo sedoso.
Moncerbal se elabora con uvas de Mencía procedentes de tres parcelas en paraje de Moncerbal, entre 650 y 750 metros, con un total de 1,74 hectáreas, con viñedos centenarios de bajísimos rendimientos sobre suelos de pizarras, cuarzos y mármoles. Realiza una crianza media de 16 meses en barricas nuevas de roble francés. Es un vino con cuerpo y mucho músculo, pero también es extremadamente delicado.
La Faraona es su vino más exclusivo y nombre apela a los orígenes riojanos de sus autores, que dicen que cuando se juntaban en su pueblo los cosecheros para mostrar sus mejores vinos y llegaba el último, el mejor, se le llamaba “la faraona”. Este vino tan especial nace de una sola parcela de 0,55 ha, en el alto de Corullón a 975 metros, en el paraje El Ferro, en suelos de pizarras en laderas muy pronunciadas, con orientación sureste, por lo que solo tiene el sol de mañana. Se elabora exclusivamente de esa parcela, con viejas viñas de Mencía, plantadas hace 70 años, pero la parcela también incluye racimos de alguna cepa de Gran Negro, Garnacha Tintorera, Valenciana, Jerez o incluso Godello. Sin duda es el viñedo más excepcional de la bodega, y también su vino más diferente, con una producción media que no sobrepasa las 1.000 botellas. Envejece durante una media de 20 meses en barricas de roble francés, y su vino consigue expresar el punto más fresco sin faltarle profundidad, con marcado carácter atlántico, una expresión silvestre y una profundidad mineral, todo con mucha elegancia y delicadeza junto a una soberbia riqueza gustativa.
Vino tinto Crianza Biodinámico Agricultura respetuosa. 20 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Biodinámico Agricultura respetuosa. 20 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Biodinámico Agricultura respetuosa. 19 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 20 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 20 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Crianza Agricultura respetuosa Biodinámico. 14 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Envejecido en madera Agricultura respetuosa. 10 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
Vino tinto Envejecido en madera. 10 meses en barrica de roble francés. Bodega: Descendientes de J. Palacios. D.O. Bierzo. (Castilla y León) Variedad: Mencía
D.O.: D.O. Bierzo, D.O.Ca. Rioja, Varias DO
Álvaro Palacios ya conocía El Bierzo, al igual que todas las zonas vinícolas de nuestro país, desde los tiempos en que recorría España vendiendo barricas por las bodegas. De hecho, incluso comenta Álvaro que en un principio dudó entre ir a elaborar al Bierzo o al Priorat, pero al final se decidió por el Priorat.
Sin embargo, su idea del Bierzo resurgió con fuerza cuando su sobrino Ricardo Pérez –hijo de su hermana Chelo Palacios- visitó la zona y quedó prendado por la singularidad del lugar y sus viejos viñedos, por la posibilidad de practicar una viticultura tradicional y absolutamente respetuosa, por las posibilidades de la Mencía y por la riqueza y variedad del suelo para hacer vinos distintos.
Siempre se ha sostenido que es Ricardo quien lidera el proyecto, es el responsable y el capitán de la casa, pero siempre ha estado y está apoyado y ayudado por su tío Álvaro, por lo que ambos fundan Descendientes de J. Palacios, en homenaje al padre de Álvaro y abuelo de Ricardo, que falleció en el año 2000.
En ese momento, Álvaro Palacios ya era una figura reconocida y respetada en el mundo vinícola cuando aterrizó en el Bierzo, pero también Ricardo, a quién todo el mundo conoce por “Titín”, tiene ya una larga experiencia en Francia, Chile y Estados Unidos, además de haber vivido el vino desde que nació en la bodega familiar Herencia Remondo en La Rioja, y haber visitado una gran cantidad de célebres productores franceses junto con Álvaro.
Historia de la bodega
Comenzaron el proyecto, incluso las primeras elaboraciones en 1999, con la ayuda y colaboración del berciano Raúl Pérez, enólogo y viticultor que muestra pasión por los retos más innovadores en cualquier parte del mundo y es uno de los grandes maestros en la variedad Mencía, al tiempo que iban adquiriendo pequeños trozos de viñedos viejos y singulares en las laderas de Corullón, así como una antigua bodega de piedra en el centro de Villafranca del Bierzo.
De hecho, el viñedo fue el primer encuentro con el minifundio y con la organización agrícola tradicional basada en el modelo familiar que trabaja diferentes cultivos para autoabastecerse. Y a medida que iban adquiriendo algunos de los viñedos más singulares, también se dieron cuenta de la importancia vital de la tracción animal para poder cultivar algunas de las imposibles laderas del pueblo que les cautivó: Corullón.
Empezaron en 1999 con dos vinos: Bierzo, un tinto básico elaborado con uvas de diferentes parcelas de diferentes términos de toda la zona del Bierzo, y el Corullón, algo ya más especial, elaborado con viñedos procedentes del término de Corullón, hasta que en 2001, concentran todos sus esfuerzos en elaborar vinos de fincas y parcelas específicas dentro del término de Corullón, pues en ese momento disponían de 15 hectáreas de viñedos viejos de altura, repartidos en unas sesenta pequeñas parcelas con exposiciones muy diversas y sobre diferentes suelos y escalas de altitud, donde ya se aplicaba la disciplina de la biodinámica en busca de la definición y la pureza de sus vinos parcelarios: Las Lamas, Moncerbal, La Faraona, San Martín, Fontelas …, donde cada uno de ellos es independiente y se caracteriza por algo en particular.
Desde que iniciaron la aventura, han ido comprando nuevas viñas, por lo que la producción de vinos y etiquetas se acomodan a la producción de la propiedad. Ello les ha llevado a poner en marcha la construcción de una nueva bodega a medidos del 2015 en el paraje de ‘Chao do Val’, en las inmediaciones de la carretera local LE-5250 de Villafranca del Bierzo-Sobrado.
Está diseñada por el reconocido arquitecto Rafael Moneo y estará terminada en 2017, por lo que los permitirá seguir creciendo, y pasar de las 400.000 botellas actuales hasta alcanzar las 600.000 botellas en un plazo de cuatro o cinco años, aunque la nueva bodega está dimensionada para una producción de unas 800.000 botellas. Ricardo Pérez Palacios, junto a su tío Álvaro Palacios, llevan trabajando desde hace prácticamente dos años con el arquitecto Rafael Moneo en el desarrollo y diseño de este proyecto, que al margen de la funcionalidad de una bodega ejemplar, también pretende ser un gran mirador integrado en el terreno, con vistas a las viñas estandarte de la bodega, como Moncerbal, Las Lamas, Fontelas o La Faraona, además de todo el valle de Corullón y la Peña de Seo.
La nueva bodega dispondrá de más de 6.000 m2, pero lo más importante es que sus vinos de alta gama se criaran a unos 15 metros de profundidad, con la humedad propia de la roca en unos calados excavados donde reposarán barricas, fudres y las botellas de sus vinos más exclusivos. De esta forma, más de la mitad del edificio estará bajo tierra y respaldado en la ladera, buscando la máxima integración en el paisaje de Corullón. Además, los espacios se distribuirán en tres bloques, comunicados por un pasillo subterráneo y separados en superficie por patios que distinguen una zona agrícola, otra zona social con oficinas y una última destinada a la elaboración, con una combinación de elementos de hormigón visto y piedra, y un tejado que tendrá una parte de cubierta vegetal y otra de pizarra.
Filosofía de trabajo
La filosofía de trabajo y elaboración de Descendientes de J. Palacios se basa en el concepto y la práctica de la cultura biodinámica. La biodinámica va más allá de la cultura ecológica, que no sólo evita los fertilizantes y tratamientos fitosanitarios químicos, sino que rescata la sabiduría milenaria del respeto a los ciclos naturales consiguiendo unos productos más sanos y libres de tóxicos que recuperan el auténtico sabor, aroma y sabores de cada terruño y ecosistema, elaborando el producto directo de la tierra con levaduras salvajes y autóctonas del lugar.
Para Ricardo, la cultura biodinámica como método no tiene ningún sentido si no está acompañada de otros tantos factores del paisaje agrícola y sus influencias: la tierra, la planta, los animales, el clima, la influencia del sol, los astros, la luna y por último el hombre como dinamizador del conjunto.
Por eso, cuando su calendario biodinámico le indica que es el momento justo para vendimiar una parcela determinada o una parte de ella, Ricardo se levanta a las 4 de la mañana, pone pies en la viña, y vendimia.
Y en la bodega pasa tres cuartos de lo mismo, cuando es el día marcado, incluso entre unas pocas horas para embotellar un vino de una determinada parcela, Ricardo no come ni cena y embotella. Quizás son ejemplos extremos, pero es una forma de entender el trabajo y, sobre todo, el estilo de vida de Ricardo tanto en el campo como en la bodega: una biodinámica integral pura.
Así, para aplicar ese credo, la bodega dispone de una colección de pequeñas tinas abiertas donde se aplica los bazuqueos manuales con levaduras autóctonas, y una batería de tinos de madera para realizar la fermentación maloláctica espontánea, además de una combinación de fudres ovales y barricas, tanto nuevas como usadas, para realizar las crianzas de sus vinos por parcelas y viñedos.
Vinos de la bodega Descendientes de J. Palacios
La gama de vinos de Descendientes de J. Palacios es una amplia colección en la que hay etiquetas para todos los gustos y bolsillos.
Pétalos del Bierzo nació en 2003, sustituyendo la etiqueta del tinto Bierzo, es su vino de mayor producción, y mantiene la necesidad de la bodega de ofrecer un vino más fácil en todos los sentidos, con una alta calidad floral y frutal, pero con muy poco tratamiento en bodega para no perder las cualidades que la uva de cepas viejas, por lo que también fue elegido mejor vino español por su relación calidad-precio al amparo de Robert Parker, el crítico de mayor prestigio internacional.
Villa de Corullón se elabora desde sus inicios, y actualmente se obtiene a partir de una selección de cepas de edades comprendidas entre los 60 y los 100 años, situadas en las laderas del término de Corullón. Es un vino balsámico con matices minerales y una gran expresión de frutas rojas sobre un fondo tostado y de especias.
La Lamas nace de tres parcelas con un total de 1,26 hectáreas, en el paraje de las Lamas, de viñedos entre 60 y 100 años con bajísimos rendimientos en pendientes muy pronunciadas. Fermenta en fudres de roble y recibe una crianza media de 13 meses en barricas nuevas de roble francés. Es un vino profundo, mineral, voluptuoso, con una densidad elegante y un cuerpo sedoso.
Moncerbal se elabora con uvas de Mencía procedentes de tres parcelas en paraje de Moncerbal, entre 650 y 750 metros, con un total de 1,74 hectáreas, con viñedos centenarios de bajísimos rendimientos sobre suelos de pizarras, cuarzos y mármoles. Realiza una crianza media de 16 meses en barricas nuevas de roble francés. Es un vino con cuerpo y mucho músculo, pero también es extremadamente delicado.
La Faraona es su vino más exclusivo y nombre apela a los orígenes riojanos de sus autores, que dicen que cuando se juntaban en su pueblo los cosecheros para mostrar sus mejores vinos y llegaba el último, el mejor, se le llamaba “la faraona”. Este vino tan especial nace de una sola parcela de 0,55 ha, en el alto de Corullón a 975 metros, en el paraje El Ferro, en suelos de pizarras en laderas muy pronunciadas, con orientación sureste, por lo que solo tiene el sol de mañana. Se elabora exclusivamente de esa parcela, con viejas viñas de Mencía, plantadas hace 70 años, pero la parcela también incluye racimos de alguna cepa de Gran Negro, Garnacha Tintorera, Valenciana, Jerez o incluso Godello. Sin duda es el viñedo más excepcional de la bodega, y también su vino más diferente, con una producción media que no sobrepasa las 1.000 botellas. Envejece durante una media de 20 meses en barricas de roble francés, y su vino consigue expresar el punto más fresco sin faltarle profundidad, con marcado carácter atlántico, una expresión silvestre y una profundidad mineral, todo con mucha elegancia y delicadeza junto a una soberbia riqueza gustativa.
No está permitida bajo ningún concepto la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. Se recomienda moderación en su consumo.