El Priorat estuvo marcado por la fuerte sequía y el calor. Después de un otoño e invierno con unas temperaturas y pluviometría normales, la primavera comenzó con una anormal sequía y unas altas temperaturas. La floración se produce de una manera exitosa tras una anticipación de la fecha, pero las lluvias no llegaron. Durante el verano prosiguierón las altas temperaturas y la falta de lluvias que propició la vendimia más temprana de la historia. Por lo general, los vinos de esta añada están marcados por la concentración, siendo menos pronunciada en vinos elaborados con variedades locales como la garnacha o la cariñena. Perfectos para disfrutarlos en su juventud y con una capacidad de guarda media.
Os presentamos la nueva añada 2016, caracterizada por el invierno más lluvioso de los últimos cinco años. No sólo llovió en invierno, sino que hubo precipitaciones hasta la entrada del verano, especialmente, en marzo y abril. En verano todo cambió y fue uno de los más secos de la historia ya que entre julio y octubre sólo se registraron 28 litros.Si comparamos las temperaturas del 2012 y 2016, la cosecha de 2016 se enfrentó a un invierno mucho más frío que la del 2012, lo que resultó ser positiva ya que las heladas limpiaron el campo de parásitos de la vid. Durante la primavera también se registraron temperaturas más bajas que en 2012.Debido a todas estas condiciones climáticas se produjo un retraso de la brotación, que comenzó el 28 de marzo, y que desencadenó en una demora en la floración de entre tres y cuatro semanas.Una vez llegó el verano, toda la buena suerte llegó el Priorat ya que las precipitaciones desaparecieron mientras en el resto de Europa seguían incesantes. Fue algo que nadie esperaba teniendo en cuenta el invierno que habíamos tenido. Teniendo en cuenta el retraso de brotación, la vendimia comenzó hacia mediados de octubre en algunas de las fincas.La obtención de vinos frescos y con una extraordinaria acidez es gracias a esta larga duración de la uva en la cepa que tanto ha caracterizado esta añada.
Cata a la vista
Limpio y brillante color cereza de borde granatoso. Cata en nariz
Notas vegetales y de frutos rojos sumadas a recuerdos ahumados. Cata en boca
Fresco y afrutado, equilibrado y de agradables taninos. Muestra un final largo.
Cata a la vista
Cereza picota con toques violáceos y algo azulados, propios de su juventud. Pulcro y centelleante. Cata en nariz
Intenso y fresco. Predominan la fruta roja y las notas minerales de la licorella. Cata en boca
De buen recorrido, estructura sólida, es agradable y fresco. Final persistente, es carnoso y jugoso. Destaca su excelente acidez.
Un año que empezó con unos problemas en la floración pero acabó siendo muy bueno. El invierno se desarrolló con más frío y lluvia de lo normal. La primavera prosiguió con días con temperaturas bajas y mucha agua que retrasaron hasta finales de marzo la floración con los consiguientes problemas de cuajado que afectaron a la producción. Después un año complicado, cuando comenzó el verano cesaron las lluvias y las temperaturas subieron propiciando una excelente maduración debido a las buenas reservas hídricas del año. Por consiguiente, el año ha sido uno de los mejores de los últimos años. Fluidez, acidez y concentración auguran una larga vida a los vinos de esta añada.
Cata a la vista
Intenso color cereza picota con reflejos violáceos y azulados, propios de su juventud. Limpio y brillante. Cata en nariz
Aroma intenso y fresco donde destaca la fruta roja, grosella, frambuesa y casis así como las notas minerales aportadas por la licorella (pizarra). Cata en boca
Entrada agradable y fresca, buen recorrido, estructura sólida, buen final, persistente. Resulta carnoso, con mucha fruta roja, jugoso, con una excelente acidez.