Esta añada estuvo marcada por una primavera muy lluviosa y fría justo en el momento del comienzo del ciclo vegetativo. Este hecho hizo que madurara de manera desigual y con un cierto retraso. Gracias a un septiembre y octubre bastante seco se pudo vendimiar de una manera selectiva las uvas que maduraron con cierto retraso. Una añada complicada pero con buenos resultados ya que hubo una exhaustiva selección de uva. Los vinos de esta añada se caracterizan por un buen equilibrio en su juventud de concentración y acidez.
El año estuvo caracterizado por un buen equilibrio y las pocas incidencias climatológicas. El otoño comenzó con temperaturas suaves y escasez de lluvias. En marzo comenzó el lloro y el principio del desarrollo de la vid. Cuando comenzaba el desarrollo vegetativo de la vid bajaron las temperaturas y una gran cantidad de días de lluvia, esto provocó un irregular crecimiento del viñedo. Tras un mes de mayo inestable, las temperaturas aumentaron y comenzó un ciclo sin lluvias lo que se tradujo en un perfecto cuajado de las yemas y una buena floración. Los meses de verano fueron cálidos y con alguna ola de calor, lo que provocó un menor crecimiento vegetativo y algunos síntomas de estrés hídrico, provocando una concentración de fruto. A finales de septiembre y antes de vendimia se produjo alguna lluvia que fue perfecta para dar salida a un muy buen año por su perfecta madurez. Los vinos de esta añada se caracterizan por la integración de la buena acidez y concentración. Vinos finos y de buena guarda.
Una añada excelente en la Rioja. Con un otoño suave e un invierno frío y lluvioso, comenzó la época vegetativa con los recursos suficientes para que se desarrollara la vid de una manera perfecta. Durante este periodo no se produjeron ninguna incidencia de plagas y enfermedades hasta el final del ciclo. En vendimia no se produjeron lluvias significativos con lo que el estado sanitario de las mismas y la maduración fueron excelentes. Un gran año donde los grandes vinos criados se podrán guardar durante mucho. Perfecto equilibrio entre los taninos más amables y una buena acidez que aportan a los vinos una extraordinaria longitud.
Después de muy buenos años, el 2010 se caracterizó por ser la añada perfecta. Un ciclo vegetativo óptimo y sin incidencias en el estado sanitario de la viña. Acompañado de un buen cuajado del fruto y una lenta maduración, la vendimia se produjo en un magnífico estado y con una moderada producción. Un gran año con un excelente potencial de envejecimiento que dan como resultado unos vinos especiados y afrutados, con una muy buena estructura y acidez.
Cata a la vista
Ocre con ribetes de tonalidades color teja. Cata en nariz
Delicado, destacan los aromas de monte bajo y las notas de frutos secos, tierra mojada y turrón. Cata en boca
Equilibrado, sedoso y amplio. Con cuerpo, de taninos destacables y buena acidez. Redondo, con detalles de fruta negra. De postgusto largo.
Cata a la vista
Color ocre rojo con ribetes teja. Cata en nariz
Conjunción y riqueza de aromas con carácter vinoso Cata en boca
Sabor equilibrado y sensual, dejando una impresión general de opulencia. Con cuerpo y bien constituido en taninos y acidez. Excepcional persistencia gustativa. En un buen momento de consumo.