Fue un año bastante equilibrado hasta que llegó la época de la vendimia. El comienzo del ciclo en octubre empezó con temperaturas elevadas y no fue hasta mediados de Noviembre que comenzaron las primeras heladas y empezaron a caerse las hojas de la vid para prepararse para el invierno. Durante todo el invierno el régimen de lluvias fue generoso y se pudieron asegurar las reservas de agua para la época del crecimiento vegetativo.Durante los meses de Marzo y Abril se produjo un aumento de las temperaturas que propició una buena brotación de la planta. El crecimiento vegetativo fue correcto y la repentina subida de temperaturas dios paso a una floración bastante rápida. óptimo crecimiento del fruto hasta que llegó la época de la vendimia, donde se produjeron lluvias que perjudicaron el estado de la uva y una bajada de la producción. Es una buena añada en la que las últimas lluvias perjudicaron el resultado final, buenos vinos que se pueden beber a corto-medio plazo, de medio cuerpo y materia.
Una añada excelente en la Rioja. Con un otoño suave e un invierno frío y lluvioso, comenzó la época vegetativa con los recursos suficientes para que se desarrollara la vid de una manera perfecta. Durante este periodo no se produjeron ninguna incidencia de plagas y enfermedades hasta el final del ciclo. En vendimia no se produjeron lluvias significativos con lo que el estado sanitario de las mismas y la maduración fueron excelentes. Un gran año donde los grandes vinos criados se podrán guardar durante mucho. Perfecto equilibrio entre los taninos más amables y una buena acidez que aportan a los vinos una extraordinaria longitud.
Después de muy buenos años, el 2010 se caracterizó por ser la añada perfecta. Un ciclo vegetativo óptimo y sin incidencias en el estado sanitario de la viña. Acompañado de un buen cuajado del fruto y una lenta maduración, la vendimia se produjo en un magnífico estado y con una moderada producción. Un gran año con un excelente potencial de envejecimiento que dan como resultado unos vinos especiados y afrutados, con una muy buena estructura y acidez.
Cata a la vista
Color cereza con ribete granate. De capa alta. Cata en nariz
Profundo y limpio, de buena intensidad. Toques de madera sobre un agradable fondo especiado. Cata en boca
Sabroso y muy potente. Vuelve a transmitir sensaciones especiadas y presenta claras notas de la crianza en barrica.