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Vino de la denominación D.O. Campo de Borja
5.000 hectáreas de garnachas con tres altitudes distintas.
Hay 32 productos.
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Morca Flor de Morca 2022
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Coto de Hayas Garnacha Centenaria 2021
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Locos por el Vino Gruñón 2017
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Coto de Hayas Crianza 2019
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
Coto de Hayas Tempranillo Cabernet Roble 2021
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Alto Moncayo 2020
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Borsao Tres Picos Magnum 2020
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Gil Pejenaute Tabuca 2021
D.O. Campo de Borja
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Alto Moncayo Magnum 2019
D.O. Campo de Borja
(Aragón)
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Conoce D.O. Campo de Borja

La demarcación vinícola de Campo de Borja toma su nombre del pequeño pueblo de Borja. Sus tierras pertenecieron, hasta el siglo XIV, a la familia Borja, que a través del tiempo emigró a Italia donde adoptó el apellido Borgia. Rodrigo Borgia, miembro de esta familia, llegó a ser Papa, con el nombre de Alejandro VI, en el año 1492.
El vino en esta comarca se ha elaborado desde los tiempos de los Romanos, y ya era exportado en los primeros siglos de la Edad Media desde el Monasterio cisterciense de Veruela, situado en las faldas de la Sierra de Moncayo, donde hoy acoge el Museo del Vino de Campo de Borja. La labor de los monjes propició en el siglo XV un importante desarrollo de la viticultura y un continuo crecimiento del sector. Tradicionalmente, las bodegas se situaron bajo las propias casas y en los montes próximos a los municipios, donde algunas de ellas todavía sobreviven. La mayor parte del vino producido en la zona era exportado a granel para su mezcla con vinos de otras zonas y latitudes, hasta que en 1970 algunos productores empezaron a embotellar y vender con marca. Estas primeras iniciativas y los buenos resultados de los vinos obtenidos con la introducción de una enología moderna y, sobre todo, un mejor raciocinio en el cultivo de viñedo, propició que en 1980 se constituyera la DO Campo de Borja. En 1989, el Consejo Regulador incluyó en su normativa a los vinos blancos, y en 1991-1992 realizó otras modificaciones, como fue aumentar la zona de cultivo para incluir el área de Maleján, y permitir las variedades Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.
La DO Campo de Borja se encuentra en el cuadrante nororiental de España, al oeste de la Provincia de Zaragoza, también en el valle del Ebro, a 60 Km de la capital, en una zona de transición entre las montañas del Sistema Ibérico y el Valle del Ebro, donde se integran actualmente los términos municipales de 16 pueblos, con una superficie cercana a las 8.000 ha de viñedo.
Actualmente, la DO Campo de Borja avanza, como otras zonas vinícolas, en la mejora de las elaboraciones con la incorporación de modernas técnicas de vinificación, selección y racionalización de los cultivos. Es necesario divulgar los indudables progresos que se originan en la calidad de los vinos y el esfuerzo que las bodegas realizan para desterrar definitivamente el concepto de vino aragonés, tildado tantas veces de vino rústico, recio, alcohólico... en definitiva; poco seductor.
Cabe destacar que el patrimonio vitícola de Campo de Borja es muy rico en cuanto a la Garnacha Tinta, cuyos viñedos más antiguos datan de 1145 y 5.000 hectáreas están plantadas con esta variedad, de las cuales más de 2.000 tienen edades comprendidas entre 30 y 50 años. Con ella se elaboran algunos vinos tintos monovarietales que están gozando de un amplio prestigio en todo el mundo por su muy definida personalidad, calidad y una complejidad que los convierten en algo único en el mundo. Si algún matiz define actualmente a los vinos de Campo de Borja es su singular equilibrio, producto del rico contraste presente en la zona y de la firme voluntad de aunar modernidad y tradición en unos vinos intensos, con nítidos aromas frutales, energía y personalidad.
Clima, suelo y variedades
Aquí, el clima es continental bastante acentuado, con influencia invernal atlántica cuya característica más destacable es el viento del noroeste, frío y muy seco. Son frecuentes las heladas tardías y también las tormentas. Las nieblas procedentes del Ebro proporcionan cierta humedad adicional y la temperatura media se sitúa en 14,3º C. Las precipitaciones son escasas: entre 350 y 450 mm, repartidas de forma desigual a lo largo del año. El macizo del Moncayo juega un papel determinante en la zona, ya que propicia la existencia de un microclima que influye notablemente en el carácter de los vinos.
En la zona baja, con altitudes entre 350 y 450 metros, los suelos son pardo calizos. Es la zona de maduración más temprana y comprende los viñedos de Magallón, Pozuelo de Aragón, etc. Sus vinos son cálidos, potentes y muy aromáticos.
La zona media comprende los viñedos situados entre los 450 y 550 metros de altitud, y se caracteriza por tener la mayor concentración y densidad de viñedo. Los suelos de las terrazas del río La Huecha, afluente del Ebro, son cascajosos y arcillo-ferrosos, y sus viñedos se extienden por suaves laderas con una buena exposición al sol, lo que propicia vinos muy complejos, intensos, estructurados y carnosos.
En la zona más alta los viñedos se extienden desde los 550 a los 700 metros de altitud, en las estribaciones del Moncayo, en las zonas Altas de Ainzón y Fuendejalón, así como a los municipios de Tabuenca, El Buste, Vera, donde sus vinos son finos, sutiles y elegantes.
La variedad más extendida es la tinta Garnacha, con un 80% de la plantación. No obstante, están igualmente autorizadas las variedades Tempranillo, Mazuela, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah en tintas, y Macabeo, Chardonnay y Moscatel, en blancas.
Vinos y Bodegas de la D.O. Campo de Borja
En la DO Campo de Borja se elaboran vinos blancos, rosados, tintos jóvenes, crianzas, reservas y grandes reservas, así como cavas y vinos de licor (moscateles y mistelas) de gran tradición en la comarca. A pesar de sus 8.000 hectáreas de viñedo, en la zona se contabilizan 17 bodegas inscritas a la DO Campo de Borja, donde casi la mitad son cooperativas.
Entre ellas destacan las Bodegas Aragonesas, fundada en 1984, fruto de la asociación de las cooperativas San Juan Bautista de Fuendejalón y Santo Cristo de Magallón. Aglutina el 60 % de la denominación, con unas 3.500 hectáreas de viñedo, mayoritariamente de garnacha los términos de Magallón y Fuendejalón. Las flamantes instalaciones en pleno casco urbano de Fuendejalón, de 18.000 metros cuadrados, con dos naves de elaboración y una tercera de crianza y embotellado, son el verdadero símbolo visual de la buena salud de la bodega, que, partiendo de graneles, ha logrado saltar al cuadro de honor y penetrar con fuerza tanto en el mercado español como fuera de nuestras fronteras, donde sobresalen, entre otros, sus vinos nomovarietales de Garnacha Coto de Hayas Garnacha Centenaria, con una crianza en barricas nuevas de roble francés en contacto con sus propias lías durante 4 meses, y Fagus Coto de Hayas, con crianza en barricas nuevas de roble francés durante 10 meses.
Bodegas Borsao, que nace en el 2000 de la fusión de las cooperativas de Borja, Pozuelo y Tabuenca, y se distingue por ser una de las más activas y productoras de la comarca, con una constante búsqueda de imagen y calidad. Se abastece de unas 2.300 hectáreas de Garnacha, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, procedentes de los 700 agricultores. Elabora vinos con las etiquetas Borsao, Gran Campellas y Señor Atares, así como Viña Borgia, otra línea de vinos jóvenes y frutales. Entre todos ellos destaca la etiqueta Borsao, con gama de jóvenes y crianzas, donde el Joven con un coupage de Garnacha y Cabernet es el buque insignia de la bodega y su vino más internacional. Su otro vino estrella es el Borsao Tres Picos, elaborado con garnachas de 40 a 45 años. Es un vino con una gran concentración de aromas de frutas rojas maduras con matices florales típicos de las mejores garnachas. En boca es rico, sedoso, con la madera muy bien fusionada y sus taninos afrutados, casi dulzores, que potencian un final muy sápido lleno de sensaciones.
Bodegas Alto Moncayo se funda en 2002 y es una bodega de reducidas dimensiones. Elabora únicamente vinos con uva garnacha autóctona procedente de viñedos antiguos, entre 40 y 100 años. En Alto Moncayo tienen muy claro que los vinos deben tener estilo, personalidad, carácter, ese “algo” misterioso y a veces sutil, que los hace tan diferentes unos de otros, por lo que elaboran sólo tres vinos. El Aquilon, que es la joya de la corona, una selección de selecciones, tanto de parcelas como de las mejores barricas de cada parcela, con una crianza de 24 meses en barricas nuevas. Un vino potente y amplio en boca, carnoso, fresco con gran concentración de sabor y un excelente equilibrio. Su otro vino es el Alto Moncayo, y es el estandarte de la bodega, con una crianza en barricas nuevas durante 20 meses. Es un vino que posee una notable complejidad en nariz, con aromas de fruta negra, balsámicos, tostados y una muy buena estructura en boca. Y su vino más novedoso es el Veraton, con una crianza de 16 meses, un vino con una atractiva colección de notas balsámicas, de chocolate y frutos negros, muy cálido en la boca y de final tremendamente grato.
Pagos del Moncayo es una bodega relativamente joven liderada por Pedro Aibar y familia, el que fuera enólogo de Viñas del Vero. Elaboran cuatro vinos bajo la etiqueta común Prados. El Prados Fusión, con Garnacha y Syrah, en el que destacan los tonos de fruta roja y de monte mediterráneo típicos de la garnacha y las confituras de la Syrah, con un paladar sedoso, fácil de entender y de disfrutar. El Prados Colección Garnacha, un monovarietal con 10 meses de crianza en barrica, de aroma a fruta roja y regaliz sobre un fondo de vainilla y café, aportados por su crianza en barrica; denso, equilibrado, con buen volumen y taninos redondos. El Prados Colección Syrah, con viñedos del paraje de La Loma y 10 meses de crianza, es un vino amable y sabroso con aromas profundos a frutas silvestres y violetas, cassis, mermelada de ciruelas, grosellas negras y zarzamora, aceitunas negras y trufas; potente, con cuerpo, de textura sedosa. Y por último se Prados Colección Privé, un coupage de Syrah y Garnacha con 12 meses de barrica, con frescos aromas a tomillo, romero y pura fruta madura.