Soca-rel Manto Negro-Escursac Socarel

Imposible olvidar el año 2020, ¿verdad? Sin embargo, ese año, en el que aprendimos a reinventarnos, también dejó cosas buenas: conseguimos descansar y desconectar (algunos más que otros), bebimos vino en casa (dudo que las estanterías del súper vuelvan a quedar tan vacías como aquellos días) y muchos hicieron realidad sus sueños. En este último grupo se encuentra Pep Rodríguez y su proyecto: el microceller Soca-Rel.

Aunque su historia con la viña no era nueva —lleva desde los 25 años trabajando para el productor José Luis Ferrer— Pep no terminó de dar el salto definitivo hasta el año 2019, cuando comenzó su proyecto. Algo modesto, con una producción muy limitada y chiquita que se esfumó durante la pandemia. Desde entonces, el público tiene ganas de más y Pep sigue centrado en sus elaboraciones (algunas de ellas experimentales) de las que por el momento tan sólo se conocen tres: El monovarietal de escursac, el monovarietal de manto negro y el coupage de ambas en Soca-rel Manto Negro-Escursac Socarel.

En total tres vinos, cinco fincas y más de ocho variedades autóctonas es el balance de Soca-Rel. “El potencial de las variedades autóctonas es incalculable”, asegura Pep, quien cuida sus viñedos de forma natural, con total honestidad y cuidado. La base de Soca-rel Manto Negro-Escursac Socarel hay que encontrarla en al archipiélago balear, concretamente en Mallorca. Aquí, en el municipio de Consell, Pep cultiva sus viñedos, entre los 70 y los 140 metros de altitud y sobre suelos fértiles, con un alto contenido en gravas y piedras, donde el agua se retiene durante los meses más secos. En concreto la zona, que se encuentra en paralelo a la Sierra de Tramuntana, se ve influenciada por un clima mediterráneo, con veranos secos y calurosos, inviernos suaves y otoños lluviosos. Entender este triángulo —suelo, clima y uvas— es la clave del trabajo de Pep Ortega, quien se define a sí mismo como un “animal de viña”. Amante de la biodiversidad, este vinyòvol cultiva todos sus vinos de forma natural, siguiendo la biodinámica y dejando que la naturaleza haga. Él simplemente se limita a acompañar en este largo camino que llega hasta la vendimia, cuando las uvas se recogen manualmente. La aventura continuará en la bodega, donde tampoco se utilizará ningún químico en la elaboración de Soca-rel Manto Negro-Escursac Socarel. En esta maravilla tan sólo se utiliza el mosto de primera prensa, levaduras autóctonas y mucho amor y paciencia.

Pasión por la tierra, biodiversidad y autenticidad se unen en Soca-rel Manto Negro-Escursac Socarel. ¡Salud por Pep Ortega! ¡Y salud por los proyectos que siempre salen bien!