Martín Códax Finca Xieles

Galicia siempre ha sido una tierra vinculada al mar, pero también a la agricultura. Los marineros pasaban largos períodos en alta mar, pescando y comerciando, pero cuando regresaban a sus hogares, se dedicaban a la viticultura en sus tierras. Cultivar viñedos les permitía tener acceso a vino para el consumo propio, y también era una forma de obtener ingresos adicionales a través de la venta de vino en las comunidades locales. Martín Codax, bodega creada por un grupo de familias viticultoras en la región de Rías Baixas, en Galicia (España), sigue esta tradición ligada a los marineros y zonifica sus plantaciones con el objetivo de controlar mejor cada una de las parcelas. Un total de más de 2500 parcelas de pequeño tamaño y cepas viejas que permite obtener unos vinos atlánticos únicos fruto del amor por el mar y la tierra.

De entre este gran número de parcelas, Finca Xieles es la que tiene las cepas más antiguas. Algo más de una hectárea con vistas al mar de terreno con marcado desnivel y dividida por muros de piedra. Cepas de albariño que fueron plantadas a finales del siglo XIX en suelo granítico, poco fértil y de bajo rendimiento y del que nace Martín Códax Finca Xieles, un vino blanco que hace honor a los que plantaron y cuidaron la finca, antepasados de uno de los socios fundadores de la cooperativa, Benito Castelo Baulo. Tras una agricultura respetuosa y una vendimia manual en el momento óptimo de maduración, se lleva a la bodega para fermentar en huevos de hormigón de 1.700 litros con levaduras autóctonas. Allí permanece el vino hasta 6 meses antes de ser embotellado.

Fruto de las cepas más antiguas de la bodega, Martín Códax Finca Xieles quiere ser un homenaje a la tradición vitícola del Val do Salnés y a todas aquellas familias que a lo largo de los años la han mantenido como se debe. Un vino único fruto del arraigo a una tierra de marineros.