Marie Courtin Presence Extra Brut

La industrialización nos ha conducido en poco tiempo a un tipo de modelo en el que poco queda de la agricultura artesanal de nuestros abuelos. Esta falta de conexión con la naturaleza nos ha llevado a la sobreexplotación, al desgaste de los suelos y la falta de biodiversidad. Como consecuencias la explotación agraria y la calidad de los alimentos se ven fuertemente afectada. Pero por suerte, aún quedan personas que, sin hacer caso a las tentaciones de la gran industria, continúan trabajando mano a mano con la naturaleza. Un ejemplo de esta filosofía de trabajo la tenemos en Dominique Moreau, una viticultora afincada en la AOC Champagne, que cultiva sus viñedos aplicando técnicas como la agricultura biodinámica, la agrohomeopatía y la radiestesia. Prácticas poco intervencionistas y que ponen en valor el respeto que antepasados como su abuela Marie Courtin, tal y como dice ella una “mujer de la tierra”, tenía por sus cultivos.

Así, bajo el nombre de su abuela, en 2005 empieza a elaborar champagne de viñedos únicos cultivados y elaborados con un cuidado meticuloso. Vinos como Marie Courtin Presence Extra Brut, un espumoso que procede de un total de 2,5 hectáreas de viñedos plantados en suelo Kimmeridgiense y de piedra caliza y en el que la espiritualidad juega un papel esencial. Elaborado con las variedades chardonnay y pinot blanc de una sola cosecha se aplica una agricultura biodinámica y se hace uso de péndulos para ayudar a evaluar la evolución de las uvas en la vid y del vino. Tras la vendimia manual, la fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable termo regulados con levaduras autóctonas y, después, la segunda fermentación se realiza en botella sin agregar ninguna dosis ni antes ni después del degüelle.

El resultado es de lo más cautivador. Marie Courtin Presence Extra Brut es un champagne que, sin ningún tipo de añadido, presenta un intenso brillo, un paso electrizante y una profunda mineralidad. ¡Pura artesanía!