Mahara Amorro Blanco

Beber “a morro” es una expresión española que se utiliza cuando se bebe directamente de la botella. Un ejercicio que para nada es común en el vino, no sólo porque no deja que se oxigene, sino porque además, no te permite disfrutar de sus aspectos visuales y olfativos. Sin embargo, cuando hablamos de un vino para bebérselo “a morro” no nos lo tenemos que tomar al pie de la letra. En realidad nos estamos refiriendo a una elaboración fresca, ligera y fácil de beber. Es decir, un auténtico vino de sed.

Se trata de un estilo de vino que hace hincapie a las tradiciones vinícolas y que ahora Bodega Vinifícate, el proyecto personal que los hermanos enólogos José y Miguel Gómez Luca tienen en su pueblo natal de Cádiz (Andalucía), han recuperado con el nombre de Mahara Amorro Blanco. Un vino blanco procedente de cepas de la variedad estrella de la zona, palomino, y cuyo carácter único viene dado por la singularidad de los terroirs de albariza donde están plantadas. Suelos compuesto de roca marga y calcárea, creada por sedimentos del mar, en los cuales se practica una agricultura respetuosa, sin uso de productos químicos y siguiendo métodos ancestrales. En bodega, igualmente la elaboración es totalmente natural sin añadir nada externo a la uva. El mosto fermenta con levaduras autóctonas en depósitos de fibra de vidrio a temperatura controlada y permanece sobre lías durante 8 meses. Finalmente se embotella sin clarificar, sin filtrar y con el mínimo de sulfitos.

Desenfado, fresco y sin complejos Mahara Amorro Blanco es un vino tan fácil de beber que incluso su propio nombre te desafía a beberlo “amorro”. Pero, fuera bromas, ten cuidado, porque las copas con este vino van que vuelan.