Luis Pérez Tintilla Carrascal

Por estar enclavado en la costa atlántica y enmarcado por los ríos Guadalquivir y Guadalete, Cádiz es tierra de vinos. Sus típicos suelos albarizos y los vientos de poniente y levante, proporcionan  joyas vinícolas singulares. Una tradición vitivinícola que perdura en el tiempo y que, gracias al empeño de pequeños y grandes actores enológicos, han convertido la provincia de Cádiz en uno de los núcleos más influyentes y atractivos en el panorama vinícola nacional e internacional. Uno de ellos, el catedrático de la Universidad de Cádiz y antiguo Director de Investigación de Domecq Luis Pérez Rodríguez, tiene como objetivo recuperar los pagos históricos jerezanos y darles la visibilidad que merecen.

Bajo esta filosofía la bodega presenta una trilogía de vinos de tres pagos distintos donde la misma variedad, la tintilla de rota, se expresa de diferente manera. En el caso de Luis Pérez Tintilla Carrascal se trata de un vino procedente de un pago situado en la Finca Vistahermosa cuyas cepas de tintilla se encuentran plantadas sobre un suelo de margas yesíferas. La vendimia se realiza de noche y a mano en pequeñas cajas de 14 kg. Después, en bodega la uva se selecciona en mesa y, con una parte (60%) sin despalillar, se vinifica en depósitos de acero inoxidable  y barricas abiertas durante 30 días. Se trata de un proceso muy estático, con pocos remontados, con el objetivo de respetar al máximo la suavidad y elegancia de la variedad. Finalmente, el vino tiene una crianza de unos 12 meses en barricas de madera de 6 años usadas, y dos meses más en depósitos antes de ser embotellado.

Así, el carácter inconfundible que aporta la albariza hace de Luis Pérez Tintilla Carrascal un vino muy especial. Un tinto de la VT Cádiz que, gracias a la profesionalidad de la familia Pérez, expresa al máximo su personalidad y terruño.