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Los Frailes Dolomitas 2020 es un tinto fluido, muy rico y especial. De color rojo cereza, en la nariz aparecen los aromas a clavo, rosas, corteza de árbol, alquitrán y cúrcuma. En boca es aterciopelado y jugoso, con taninos polvorientos.
Limosos, calcáreos y muy pedregosos. De primeras así pueden ser definidos los suelo dolomitas, una superficie rica en carbonato cálcico y magnesio, que abunda en el valle dels Alforins, en Valencia. En esta zona, localizada al suroeste de la provincia, los viñedos crecen sobre este suelo, poco profundo, dando vinos frescos, finos y muy minerales. En este suelo nace Los Frailes Dolomitas, un tinto monovarietal de monastrell elaborado por la bodega Casa los Frailes en la D.O. Valencia.
Los Frailes Dolomitas (junto a Los Frailes Caliza y Los Frailes Rubificado) es uno de los tres tintos que surgen tras el estudio de los suelos realizados por Miguel y María José, última generación de la familia Velázquez, que se encuentran al frente de este proyecto. Después de tres siglos de historia (Casa Los Frailes fue comprada por un antepasado suyo en 1771), esta nueva generación se pone al frente de la bodega, marcando un punto de inflexión con todo lo realizado anteriormente. El nuevo capítulo en la historia de esta empresa vendría marcado por comenzar a embotellar su propio vino, la conversión de los viñedos a ecológico y biodinámico y, finalmente, realizar un estudio profundo de sus tipos de suelo.
Así fue como nació Los Frailes Dolomitas, un proyecto que gira en torno a la monastrell, la variedad más trabajada y a la que permanecen fiel en esta bodega, donde se custodian cepas de más de 80 años y continúan con la tradición establecida por los Jesuitas en el siglo XIII. En concreto, esta congregación -que elaboraba el vino para consagrar en misa- es la culpable de introducir en esta zona la viticultura tras la expulsión de la población musulmana (en el siglo XII). A día de hoy, esta producción se mantiene repartida entre las 130 hectáreas de esta bodega que se dividen en parcelas en función del tipo de suelo. En el caso de Los Frailes Dolomitas las cepas (de más de 30 años) crecen en las 4,10 hectáreas ubicadas a 700 metros de altitud, a los pies de las características y escarpadas montañas (también con dolomitas) que rodean la propiedad. En esta zona la roca madre -conocida como tap calcáreo- se encuentra a muy poca profundidad, garantizando la retención de la humedad en los períodos de sequía. Esta falta de precipitaciones llega en verano, acompañadas de una subida de temperaturas que se acusa más a medida que aumenta la altitud (alcanzando máximas de 35 °C). Fundamental en este punto son los vientos procedentes del mar y el contraste de las temperaturas por las noches, especialmente necesarios para refrescar a la planta y darle un respiro. En el polo opuesto está el mes de enero, con termómetros que registran temperaturas mínimas de -6º C. En términos de rendimiento, esto se traduce en poca cantidad de racimos, pero de gran calidad, amparados bajos certificados ecológicos (desde 2002) y biodinámicos, siendo una de las primeras bodegas en toda España en conseguir este reconocimiento. Nada de químicos ni herbicidas. Todo el trabajo es manual, favoreciendo la biodiversidad, y utilizando métodos como las cubiertas vegetales o el seguimiento de los ciclos lunares.
A la hora de la elaboración, Casa los Frailes pretende emular a los Jesuitas, manteniendo especial cuidado en el campo y una mínima intervención en bodega. El trabajo comienza en el campo, con la vendimia manual, y continua con todo el cuidado y la atención del mundo: prensados y remontados muy suaves, dosis mínimas de sulfuroso y fermentaciones con levaduras autóctonas. Todo el proceso se lleva a cabo tanto en los lagares de hormigón, como en la bodega de tinajas que fueron construidos por los clérigos en el siglo XVIII y donde a día de hoy Los Frailes Dolomitas continúa haciendo la fermentación maloláctica y reposando durante 10 meses de crianza (en estas tinajas semienterradas). Por último Los Frailes Dolomitas se embotella con un filtrado muy sutil. ¿Nadie quiere maquillar ni ocultar el carácter tan especial que ha adquirido la monastrell durante todo el proceso, verdad?
Los Frailes Dolomitas 2020 es un tinto fluido, muy rico y especial. De color rojo cereza, en la nariz aparecen los aromas a clavo, rosas, corteza de árbol, alquitrán y cúrcuma. En boca es aterciopelado y jugoso, con taninos polvorientos.
D.O. Valencia
(Comunidad Valenciana)
D.O. Valencia
(Comunidad Valenciana)
D.O. Valencia
(Comunidad Valenciana)