La Chapelle de la Mission Haut-Brion

¡Atentos a lo que viene! Un tinto único, muy especial y del que sólo se elaboran muy pocas botellas. Nos estamos refiriendo a La Chapelle de la Mission Haut-Brion, uno de los mejores vinos que te puedas encontrar. Las puntuaciones de los expertos avalan esto último con críticas fantásticas que te dejan el regusto en la boca y un deseo irremediable de catar este vino histórico. 

 

Considerado el hermano pequeño del Château La Mission Haut-Brion, La Chapelle de la Mission Haut-Brion no tiene nada que envidiarle. El mismo proceso de elaboración, el mismo cuidado y el mismo saber hacer que desde hace siglos son el emblema de esta casa histórica de vinos franceses. Justo en la A.O.C.Pessac-Leognan, entre Talence y Pessac (al suroeste de Burdeos), en este pequeño rinconcillo (nótese la ironía) de unas 29 hectáreas, la vida y los personajes históricos han ido pasando y dejando su huella tanto en el viñedo como en el entorno. Una de esta marca indeleble es la de los monjes vicencianos quienes en el siglo XVII se dedicaron en cuerpo y alma al cultivo del viñedo y a la elaboración de vino. En este tiempo la orden incluso llegó a construir una capilla conocida como la Nôtre Dame d’Aubrion. A ella se realiza un guiño en La Chapelle de la Mission Haut-Brion. 

 

La Chapelle de la Mission Haut-Brion será una mezcla perfecta de merlot, cabernet franc y cabernet sauvignon. Cada una de ellas se cultivan en parcelas separadas; cada una de ellas se vendimia manualmente; cada una de ella fermenta por separado. El carácter de cada parcela y cada variedad se potenciará en cada uno de los depósitos de La Chapelle de la Mission Haut-Brion hasta el momento del coupage o ensamblaje, paso decisivo en la elaboración que seré llevado a cabo tanto por expertos como por el equipo técnico de la bodega. En total se probarán unas veinte cubas y entre treinta y cuarenta mezclas hasta dar finalmente con la más adecuada. 

 

La vida te ofrece pocas oportunidades como esta. Pocas ocasiones encontrarás para catar y probar un tinto como La Chapelle de la Mission Haut-Brion. ¡Ni te lo pienses! No podrás sacartelo de la cabeza.