François Crochet Le Petit Chemarin

Tal que Obélix, un chico bondadoso y bonachón que de pequeño fue a parar a la marmita de la poción mágica, François Crochet debió caer dentro de una tina de Sancerre en su pueblo de Bué. Y es que, auqnue sus estudios y viajes por todo el mundo le han ayudado mucho, sus aptitudes para la elaboración de estos vinos míticos del valle del Loira son innatas. Hijo de vigneron, en 1998 se hace cargo de la finca y junto a su mujer Carine reinventan un sancerre a su propio estilo. Lo malo es que su éxito es tal que lamentablemente no puede satisfacer toda la demanda. Sus producciones artesanales son tan limitadas que es toda una oportunidad dar con alguno de sus vinos.

En este caso, François Crochet Le Petit Chemarin procede de una de las mejores viñas de sauvignon blanc en la AOC Sancerre. Certificada desde 2014 como orgánica, se trabaja con prácticas ecológicas y biodinámicas y la vendimia se realiza manualmente bastante temprano. En bodega la uva se prensa suavemente y se inicia la fermentación espontánea con levaduras autóctonas y a temperatura controlada (14-18ºC). Después el vino envejece sobre lías entre 12 y 18 meses antes de salir al mercado.

En copa François Crochet Le Petit Chemarin demuestra una elegancia constante. Un vino que, con la misma fuerza innata de Astérix, augura llegar muy lejos. Pura energía revificante para 5 o 10 años.