Doniene Gorrondona Iri

Aunque muchos crean que el txakoli, un vino blanco original del País Vasco (España), es un producto relativamente reciente, lo cierto es que en esta región del norte de la Península Ibérica hace tiempo que se trabaja la viña. Factores como la revolución industrial, la filoxera y las costumbres culturales, sociales y económicas fueron las responsables de que la viña milenaria que existía se redujera  a la mitad. Sin embargo, en los años 80 un grupo de agricultores deseosos de recuperar sus raíces vitivinícolas trabajan duro para elaborar un txakoli de calidad. Todo un resurgimiento que ofrece unos vinos atlánticos, frescos y varietales que nada tienen que ver con los del pasado. Bajo esta filosofía de trabajo encontramos Doniene Gorrondona, una bodega situada en la localidad de Bakio (Vizcaya), que, sin tener tradición familiar involucrada en el negocio del vino, se implica 100% en la recuperación de las viñas abandonadas del pueblo, centrándose en entender bien los suelos, las variedades climatológicas y las calidades de uva. Como resultado consiguen unos txakolis de categoría que están seduciendo al mundo entero.

Su vino Doniene Gorrondona Iri es un monovarietal de la variedad autóctona Hondarrabi Zuri plantada en el año 2009 sobre suelos complejos, pobres y de marcado carácter ácido. Un maravilloso paraje a 250 metros sobre el nivel del mar en donde, de forma respetuosa, se han aplicado técnicas recuperadas del pasado.  En bodega, la uva se despalilla y pasa por una breve maceración. Después, a partir del mosto flor, fermenta con levaduras autóctonas y cría sobre lías en depósito de acero inoxidable. Finalmente se embotella sin añadir sulfuroso.

Como resultado se consigue Doniene Gorrondona Iri, uno de los txakolis de la D.O. Bizkaiko Txakolina más interesantes que han salido en los últimos tiempos. Un vino blanco maduro y complejo que da fe de la última declaración que el crítico de The New York Times Eric Asimov hizo sobre el txacoli: ‘Los vinos españoles que más seducen en EE.UU.’