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La tierra está compuesta fundamentalmente por rocas. Estos minerales que se encuentran en la superficie terrestre traspasan sus propiedades a las plantas. Partiendo de este principio Philippe Delesvaux-Radomski, un apasionado de la mineralogía, estudia meticulosamente la acción de los diferentes suelos y subsuelos sobre el vino. En su bodega, ubicada entre los valles franceses del Loira y Layon, concretamente en las laderas de Corniche Angevine, trabaja meticulosamente sus 10 hectáreas de viñedos para conseguir unos vinos naturales sin insumos ni chaptalización. Hechos solamente con uvas, consigue unos fantásticos vinos llenos de vitalidad y autenticidad.
En el caso de Delesvaux Anjou Blanc Feuille d'Or, un vino blanco elaborado con chenín blanc, la variedad estrella de la AOC Anjou, procede de una de las mejores propiedades del Loira. Son cepas ecológicas que se encuentran plantadas sobre suelos de carbón mineral y que desde el año 2000 están certificadas como biodinámicas. No se hace uso de ningún producto químico y la vendimia es manual en el momento óptimo de maduración. Igualmente en bodega no intervienen ni insumos ni chaptalización. Primero la uva se prensa lentamente y el mosto obtenido permanece 24 horas a temperatura ambiente para una primera limpieza por precipitación. Después se inicia la fermentación alcohólica en barricas de roble de un uso y finalmente permanece allí 12 meses antes de embotellarse.
El resultado es tremendamente natural. Delesvaux Anjou Blanc Feuille d'Or te proporciona un billete de ida y vuelta para viajar a las magníficas laderas de layon, un lugar tan excepcional que incluso forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Delesvaux Anjou Blanc Feuille d'Or 2018 es un vino blanco aromático con intensas fragancias de fruta amarilla de hueso, notas cítricas y toques minerales. En boca es fresco, puro y vital. Un vino profundo, con una acidez tensa que le augura larga vida y un final sutilmente cítrico.