

Doussot y Gautherot, yerno y suegro, van a contracorriente de la mayoría en la AOC Champagne. Y aunque actuar de manera diferente al resto muchas veces resulta difícil y muy cuestionable, lo cierto es que solo saliendo de lo establecido es cuando se consiguen grandes gestas. Así es como estos dos viticultores apuestan por la calidad de unas parcelas que en principio nadie las valoraba por estar situadas en un lugar demasiado fresco. Por el contrario, desde su punto de vista, la falta de temperatura permite que la madurez de la uva sea más larga y, en consecuencia, los vinos pueden tener más profundidad y estructura. Bajo el nombre Clandestin se ponen manos a la obra y, siguiendo una agricultura ecológica y de rendimiento limitado, consiguen una fruta pura lista para vinificar, sin añadir ni eliminar nada.
Con esta materia prima elaboran Clandestin Les Revers. Un cuvée de chardonnay de una parcela de 0 '4 hectáreas con cepas de más de 20 años de edad, plantadas en suelo kimmeridgiense. Una uva pura y expresiva que es vendimiada a mano y que es seleccionada por calidad y similitudes. Después el vino fermenta y madura de forma espontánea con levaduras propias en grandes barricas de roble francés neutro y finalmente realiza una segunda fermentación en botella con crianza sobre lías de un mínimo de 24 meses.
Fruto de un lugar oculto por la que nadie apostaba, nace Clandestin Les Revers, un champagne que, a contracorriente de las formas clásicas, sobresale maravillosamente de lo normal.
Clandestin Les Revers es un espumoso perfilado con aromas de fruta blanca madura, notas cítricas y toques minerales. En boca es fresco, vibrante y elegante. Un champagne con una acidez marcada, una textura chispeante muy agradable y un seductor final un tanto salino.