Chalk Hill Luna Cabernet Sauvignon

Aunque cada día las barreras entre nuevo y viejo mundo son más difusas, lo cierto es que conceptualmente cuando hablamos de Australia hablamos de Nuevo Mundo. Una etiqueta que, sin querer, deriva a ciertos clichés que llevan a entender que en este país la tradición vitivinícola es bastante reciente. Sin embargo, para empezar, Australia tiene una gran ventaja sobre la vieja Europa: la no existencia de la devastadora filoxera. Por lo que no en vano, podemos encontrar algunos de los viñedos más antiguos del mundo. Uno de los primeros colonos que plantó viña en la zona de Adelaida, en South Australia,  fue John Harvey en 1839. A partir de entonces su familia, generación tras generación, se ha dedicado en cuerpo y alma a la viticultura y en la actualidad se trata de una de las bodegas más reconocidas con pequeñas producciones artesanales bajo la marca Chalk Hill que reflejan las cualidades únicas de la región.

Sin duda, Chalk Hill es uno de los productores más consistentes de uvas de alta calidad. Con seis viñedos en el valle de McLaren con un tipo de suelo y una topografía diferentes, dispone de entornos de cultivo únicos. En el caso de Chalk Hill Luna Cabernet Sauvignon se trata de un cabernet sauvignon procedente de cepas de entre 15 y 20 años. Tras la vendimia, el vino es despalillado, estrujado y fermentado sobre hollejos durante 7 días. Después el vino se trasiega en barricas de roble francés de tercer y cuarto uso para su maduración a lo largo de 14 meses y finalmente se embotella con un gran potencial de envejecimiento.

El resultado es de lo más sorpendente. Chalk Hill Luna Cabernet Sauvignon es un vino tinto en el que la cabernet demuestra lo bien que le va el clima del sur de Australia. Una variedad foránea procedente del viejo mundo que, después de seis generaciones, se expresa con auténtica identidad propia.