Vinos para principiantes
“A nadie le amarga un dulce”, acostumbramos decir en lengua española para afirmar que es imposible rechazar algo agradable y, bajo esta premisa, podemos asegurar que, para iniciarse en el mundo del vino, hay que comenzar por aquellos que nos ofrezcan sabores sencillos y amables, aquellos vinos sin complicaciones ¡que gustan a todos!
Si te estás iniciando en el descubrimiento del maravilloso mundo del vino y no sabes por dónde comenzar. Si te parece tan complicado poder elegir y, sobre todo, comprar una botella entre tantas que se ofrecen en el mercado, aquí te damos unas sencillas pistas para que tu iniciación sea lo más deliciosa y sencilla posible. ¿Te animas?
Vinos para empezar
Si “a nadie le amarga un dulce” podemos comenzar probando vinos que, sin ser vinos de postre, cuentan con un poco de azúcar residual. Este sutil dulzor equilibra la sensación de acidez y los hace más placenteros al paladar, además esta clase de vinos admite temperaturas más frescas, por lo que el resultado final es un verdadero peligro: se beben aún mejor. Aquí tienes unos cuantos ejemplos.
Vinos blancos
Los vinos blancos son ideales para iniciarse en el mundo del vino. Existen muchas variedades blancas que dan lugar a vinos aromáticos y frutales, de acidez moderada, que aunados a su servicio a baja temperatura nos proporcionan una buena puerta de entrada al vino y sus sabores. Intenta elegir vinos jóvenes, que no hayan pasado por barrica, y que estén elaborados con variedades como las siguientes: verdejo, albariño, chardonnay o moscatel de Alejandría.
Vinos rosados
Un buen paso antes de la inmersión total en los vinos tintos es visitar el seductor mundo de los vinos rosados. Al contrario de lo que se piensa, no son vinos dulces, pero su deliciosa juventud y carga frutal ofrecen una entrada más amigable que la de algunos tintos. En los vinos rosados encontrarás lo mejor de dos mundos: la vibrante frescura de los vinos blancos y la deliciosa fruta y carácter de los tintos.
Vinos tintos
Se dice que existen unas 1300 variedades de vino distintas, así que entendemos a la perfección lo difícil que resulta seleccionar vinos tintos que sean ideales para principiantes. Una buena pista para poder elegir entre un universo tan amplio es buscar por variedades.
¿Qué tienen en común las uvas monastrell, garnacha, zinfandel, Carménère o shiraz (syrah australiano)?. Según Madeline Puckett, mejor conocida por el nombre de su portal en internet, “Wine Folly”, que de vinos sabe lo suyo, son uvas que nos ofrecen vinos excelentes para principiantes, porque nos ofrecen sabores frutales fáciles de identificar, una amplia gama de intensidad del sabor y porque podemos encontrar excelentes ejemplares a precios muy razonables. Además, es muy fácil encontrar sus versiones monovarietales, un camino ideal para comenzar a aprender sobre vinos.
Puedes intentar seguir esta progresión sugerida por Wine Folly para ir ganando en intensidad y complejidad.
Los vinos de garnacha española nos ofrecen una acidez moderada. La variedad zinfandel nos enseña cómo se percibe el alcohol y cómo este influye en los sabores del vino. Un shiraz australiano funciona para ilustrar lo que es un delicioso vino con cuerpo, mientras que los monovarietales de monastrell española nos permiten saborear la esencia de los vinos del Viejo Mundo. Por su parte, la variedad carménère nos ayuda a iniciarnos en aquellos vinos tintos con notas herbáceas (cabernet sauvignon, cabernet franc) pero de una manera amable, gracias a sus deliciosos sabores de cerezas y ciruelas.
¿Qué te parece? ¿Estás listo para probar?
Recuerda que en Decántalo, además de encontrar buenos ejemplos de vinos para empezar, tienes mucha información sobre cada uno de ellos, pistas que te ayudarán a elegir con cuáles comenzar y cómo acompañarlos. ¡Que disfrutes del camino!