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Fiestas de la Vendimia: la mejor oportunidad para descubrir los vinos de Jerez

La Manzanilla, el Amontillado, el Oloroso, el Palo Cortado ... Para muchos, el vino de Jerez es un misterio que de primeras suele asustar. En ocasiones su gran complejidad y amplísima variedad lo convierte en un tema un poco peliagudo, solo apto para aquellos que son verdaderos expertos en el asunto. ¿Quién no ha preferido callarse en una conversación para no meter la pata cuando se estaba hablando de los vinos de Jerez? ¿Quién no ha dudado nunca de la diferencia entre un Fino y una Manzanilla? ¿Qué hace tan especial al Palo Cortado?¿Por qué los vinos del Marco de Jerez no tienen añada? ¿Qué es eso del sistema de criaderas y soleras?


No obstante, lejos de asustar, justamente esta riqueza y misterios lo convierten en uno de los mejores vinos del mundo; y como tal deben ser descubiertos. Para ello hay una oportunidad única e irrepetible cada año durante las Fiestas de la Vendimia de la gaditana ciudad de Jerez de La Frontera (en el sur de Andalucía). Con este evento centenario, que se organiza siempre en el mes de septiembre, se celebra la llegada de los primeros mostos, fuente de riqueza de una comarca que siempre ha entregado su vida al vino.

Para saber más sobre estas fiestas -y conocer los vinos de Jerez-, a continuación te dejamos algunos eventos de la programación. E insistimos: no es una propuesta; es una obligación.

PISA DE LA UVA Y BENDICIÓN DEL NUEVO MOSTO

Cuadrilla de vendimiadores y pisadores, banda municipal, reinas de las Fiestas de la Vendimia ... e incluso el Deán de la Catedral. Escena costumbrista donde las haya.
 
Sin embargo, todo tiene un por qué en la pisa de la uva, acto inicial que da el pistoletazo de salida a las fiestas. Tradicionalmente esta costumbre -que actualmente se celebra en la Alameda Vieja- se localizaba justo en la puerta de la catedral jerezana ya que en el siglo XVIII el vino fue gravado con un impuesto para sufragar las obras de su construcción. A día de hoy, aunque con un poco menos de público, los jerezanos se siguen volcando en una costumbre con la que recuerdan todo lo que el vino ha supuesto para esta zona.

Tras la correspondiente actuación de la banda de música municipal, la cuadrilla de vendimiadores deposita los capachos de uva palomino (cesta de esparto con dos asas pequeñas) en el lagar, donde la cuadrilla de pisadores ya estará lista para pisar la uva. Una vez obtenido el mosto el Deán de la Catedral lo bendice, augurando con este gesto un buen año en las bodegas.

Totalmente emotivo y muy interesante, donde la tradición y la pasión por la tierra se respira en el aire.

CONSEJO: acceder al recinto con bastante tiempo de antelación. Por definición, el jerezano siempre se vuelca con todo lo que corresponda a su ciudad y participa en todo lo que se organice. Las sillas libres en el evento son un bien cotizado al alza.

OFICIOS BODEGUEROS INFANTILES: LA PERPETUACIÓN DE LA TRADICIÓN

Aparte de sus vinos, el mundo del Jerez se rodea de un ambiente mágico y en una tradición que se refleja en sus venenciadores, toneleros y pisadores de uvas.



Mientras que los venenciadores vertían desde las alturas una pequeña cantidad de vino en la copa; los toneleros amoldaban las duelas de las botas a golpe de fuego y martillo. No había un trabajo mejor que otro, todos estos oficios han sido muy importantes; y con todos ellos la mayoría de la gente del Marco jerezano ha conseguido ganarse el pan. Desafortunadamente a día de hoy se están perdiendo (especialmente el de tonelero). Tal y como dijo el diplomático y periodista Alberto Lleras, "un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir". Y en Jerez bien que se están cuidando de ello. La solución: organizar actos enfocados directamente al público infantil, como el concurso de venenciadores infantiles.

CONSEJO: no hay sensación más satisfactoria que una buena copa de jerez autovenenciada. Fascina ver cómo el vino poco a poco cae con altura en la copa. Al fin de cuentas venenciar engancha, pero cuidado... especialmente los adultos.

DE COPA EN COPA: LA PRUEBA DE FUEGO

Ya sabemos cuál es el origen de todo. La mimetización con el ambiente es un hecho. Ahora llega el momento de la verdad, de enfrentarse a una copa de vino de Jerez. El mejor lugar para ello, sin lugar a dudas, “De copa en copa''.

En concreto, se trata de un evento donde se dan cita una muestra de las bodegas del Marco, donde se dará la posibilidad de degustar los mejores vinos maridados con una pequeña tapa degustación. Desde los mejores Finos, hasta los Olorosos con más carácter, pasando por los Amontillados y los vinos dulces (sin olvidarnos de los blancos y tintos de la tierra que se salen de la familia de los generosos).

CONSEJO: el evento se celebra en los claustros de Santo Domingo, un edificio del siglo XIII. De origen musulmán, pasó a ser parte de un convento de Los Dominicos (Alfonso X el Sabio cedió el edificio tras la Reconquista). Sus bóvedas de crucería y sus reminiscencias góticas lo convierten en una verdadera joya donde el tiempo volará. Te aseguramos que la copa de vino en la mano tampoco ayudará. Se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale.

PASEO POR LAS VIÑAS EN 4X4

Por último, no nos podemos ir de Jerez sin conocer el origen de todo, el lugar donde nacen los vinos de Jerez: la viña.

Lejos de los pesados y anodinos paseos entre viñas, existen opciones más interesantes, como los paseos en 4x4 o los paseos fotográficos. Allí se conocerá de primera mano a la palomino, variedad reina de la zona, donde nace el milagro.

CONSEJO: muchos de estos enclaves han sido escenario en la gran pantalla con El verano que vivimos y La Templanza. No es extraño que con un paseo a media tarde, entre las viñas con el sol cayendo y un aperitivo entre manos creas estar dentro de una de estas historias. Mucho cuidado porque, aunque lo parezca, no es una película. Desafortunadamente luego hay que regresar a la realidad.