Explorando el fascinante mundo de los orange wines
Los orange wines están en boca de todos, y no es para menos. Estos vinos singulares representan un emocionante retorno a las raíces de la vinificación, desafiando las convenciones tradicionales con su proceso de elaboración único y sus sabores distintivos. Para los amantes del vino aventureros que ya han explorado este fascinante universo, saben que aún hay mucho por descubrir a través de diferentes zonas vinícolas, estilos y niveles de intensidad. ¡Te invitamos a sumergirte con nosotros en este emocionante viaje de descubrimiento!
Los orange wines son el resultado de una antigua técnica de fermentación, donde las uvas blancas se tratan con sus pieles, creando así una fusión excepcional entre la frescura de los blancos y la complejidad de los tintos. Pero lo que realmente distingue a estos vinos es su proceso de elaboración, que a menudo se lleva a cabo en contenedores especiales. Tradicionalmente, se emplean tinajas de barro, arcilla o terracota, conocidas por su neutralidad, permitiendo que la pureza varietal y el carácter del terruño se expresen plenamente. Sin embargo, la creatividad de los enólogos no tiene límites, y hoy en día también se utilizan otros recipientes como depósitos de acero u hormigón, barricas y tinas, añadiendo aún más diversidad y complejidad a estos vinos extraordinarios. Lo cierto es que esta técnica, que se remonta a miles de años atrás, en los últimos tiempos está siendo redescubierta y reinventada por enólogos innovadores en todo el mundo y, por lo tanto, cada región aporta su propio carácter y estilo. A lo largo y ancho del mundo, diferentes regiones vitivinícolas están dejando su huella en el mundo de los Orange Wines:
Georgia, la meca de los orange wines
Es en Georgia donde se encuentran las primeras referencias del orange wine, hace 6.000 años. Una antigua tradición que se ha mantenido viva en esta región vinícola de Europa oriental, utilizando las qvevri, grandes ánforas de terracota enterradas en el suelo y cuyo método ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2013. Elaboradas principalmente con variedades autóctonas blancas como chinuri, kisi, rkatsiteli i tsiska, se trata de vinos únicos que destacan por su intensidad y complejidad.
Eslovenia, los grandes maestros de los orange wines
Pioneros en el desarrollo del cuarto color de vino, los orange wines se producen en toda Eslovenia y entre ellos hay muchos productores de gran renombre internacional. Fuertemente arraigados a la naturaleza que les rodea, los eslovenos llevan siglos cultivando la vid y elaborando vino. Sus orange wines con variedades blancas de piel gruesa como ribolla gialla (rebula) destacan por su elegancia y frescura.
Italia, el resurgir de los orange wines
Los modernos orange wines comienzan a elaborarse en la región italiana de Friuli-Venezia Giulia en la década de 1990 de la mano de algunos destacando enólogos locales. Desde entonces, esta tendencia se ha ido extendiendo a otros países como Bulgaria, Austria, Alemania, Francia, España o Estados Unidos. Variedades como la malvasía, ribolla Giallo o trebbiano nos presentan vinos apetitosos con taninos delicados, una textura agradable y un final largo y mineral.
Francia, la proliferación de los orange wines
Aunque en su mayoría comparten el etiquetado genérico Vin de France, cada día son más las regiones francesas distintas que se unen a la moda del orange wine. Cada una con su estilo genuino nos presenta elaboraciones ricas en su originalidad. Mientras en Jura destacan sus orange wines elaborados con uvas savagnin muy maduras, en Alsacia nos sorprenden con sus frescos monovarietales de gewürztraminer, en Loira con sus herbáceos chenin y sauvignon blanc o en Borgoña con su reputada cremosa chardonnay.
España, la personalidad mediterránea de los orange wines
En España, los orange wines tienen su propia tradición bajo el nombre vi brisat (vino brisado), llamado así por las brisas, es decir, las partes sólidas de las uvas (pieles u hollejos, pepitas e incluso el raspón). Vinos elaborados con variedades tan diversas como garnacha blanca, macabeo o malvasía que desprenden frescura y complejidad a la par y que son reflejo directo del clima mediterráneo.
Con cada región ofreciendo su propio giro único en los orange wines, la diversidad y la emoción son infinitas. Si todavía no tienes claro cuál es tu orange wine favorito, no te preocupes. El truco está en ir probando ;). Y si quieres saber un poco más sobre el orange wine y sus estilos, David nos lo explica perfectamente en un video que no te puedes perder.
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