Eloi Cedó y Nacho Martínez, ganadores del Premio de Cata Vila Viniteca 2023
En el fascinante mundo del vino, donde cada botella cuenta una historia única, a veces es la conexión entre las personas lo que verdaderamente enriquece la experiencia. En el caso de Eloi Cedó y Nacho Martínez, esa conexión va más allá de una simple amistad; es una alianza fundada en la pasión compartida por el vino y en un profundo respeto y admiración mutuos.
Además de ser grandes profesionales y amigos, ambos forman un equipo extraordinario y juntos han logrado un hito notable al ganar el 15º Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas en marzo de 2023; un prestigioso concurso de cata limitado a 120 parejas, que reúne a apasionados y profesionales del vino de distintas ciudades del mundo, que ofrece un suculento premio y que en cada edición agota las inscripciones más rápido de lo que se venden las entradas para un concierto de Coldplay.
Descubramos un poco más sobre Eloi Cedó, enólogo elaborador de vinos en Mallorca, y Nacho Martínez, sommelier y responsable de compras internacionales de Decántalo, la pareja ganadora de la decimoquinta edición del Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas.
- ¿Cómo y hace cuánto tiempo os conocéis?
Nacho:
En el 2013, visité la bodega 4 Kilos y allí estaba Eloi echando un cable a Xesc en la bodega. Cuando acabamos de catar me presento a Eloi que andaba haciendo cosas por la bodega y se trajo un Château Paquita (vino que elabora Eloi en Mallorca) recién embotellado. Abrió esa maravilla de vino y entre conversaciones, mientras nos acabamos el vino, comenzó una buena amistad
Eloi:
Pues si no recuerdo mal, en el año 2013 o 2014, durante el Sónar, fui a La Teca (tienda de productos gourmet), de Vila Viniteca, a beber un vinín, y detrás de la barra estaba Nacho con su flow y su saber hacer. Mentiría si dijera que no me quedé prendado de su rollito. Ese mismo día fui a comprar un vinilo de Coàgul y se lo regalé.
- Nacho, ¿qué nos puedes decir sobre Eloi, tu compañero de cata?
Eloi es un ser inclasificable y transgresor. Cuida mucho de los suyos y siempre está ahí para que los problemas los veas menos problemas. Creo que así también se sienten sus vinos y por eso sorprenden. Un buen amigo con el que acumulamos un montón de anécdotas y con el que nos entendemos perfectamente en nuestros pequeños mundos.
- Y tú, Eloi, ¿qué nos puedes decir sobre Nacho, tu compañero de cata?
Qué decir de él… Supongo que ante todo es un gran amigo y después mi compañero de cata.
Creo que es un ser salvaje a la vez que sensible, que es una dualidad brutal en un ser humano. Inteligente y buena gente. Y, como compañero de cata, unas de las personas con más conocimientos que conozco, y con un estilo de cata superespecial; sabe lo que le gusta, y sabe ponerle palabras.
- De todos vuestros conocimientos y experiencia, ¿qué es lo que más os ha servido a la hora de catar?
Nacho:
Toda la experiencia de todos estos años en diferentes empresas del sector y mi trabajo de hoy en día en Decántalo, donde tengo la oportunidad de probar infinidad de vinos de perfiles muy dispares. También creo que el empezar en el mundo del vino, en la parte de elaboración, te ayuda a probar los vinos de una manera más libre.
Eloi:
Supongo que al ser enólogo, el hecho de no catar los vinos como poemas líquidos, como un sinfín de notas aromáticas.
Mi experiencia en bodega también me ayuda a adaptar los perfiles aromáticos per se de cada variedad a mi propio gusto. Por ejemplo, siempre se nos ha dicho que el syrah es tapenade y violeta; para mí, huele a basura y gusano de pino (o milpeus, en Mallorca) un gusano que suele estar debajo de las piedras y que al tocarlo desprende una feromona muy ofensiva, pero que para mí huele a syrah.
- ¿Qué pros y contras tiene el catar por separado o juntos?
Nacho:
Si es a ciegas prefiero catar con alguien; compartir las inquietudes que me genera el vino con mi compañero me hace poder definirlo mucho mejor. Si es para analizar y calificar un vino, prefiero catarlo solo para que nadie influya en la decisión.
Eloi:
Pros es que no estás solo en la decisión, que con lo dubitativo que soy…. Y que está justificado reírse, porque un tipo solo riéndose y con una copa en la mano, da bastante grimilla.
Contras, supongo que cada pareja tiene sus roles y que a veces es difícil imponer la visión de uno mismo sin pisar la del compañero. Por suerte con Nacho todo es bastante fluido, y cuando decidimos, lo hacemos firmemente y asumiendo la respuesta como de los dos.
- ¿Cómo nació la idea de participar juntos en el Concurso de Cata por Parejas de Vila Viniteca?
Eloi:
Pues supongo que por colegueo, ni me acuerdo la verdad.
Nacho:
Por tener un fin de semana al año para nosotros y poder pegarnos alguna buena comilona.
- Este 2024, el Concurso de Cata por Parejas de Vila Viniteca celebrará su decimosexta edición y cada año cuenta con mayor proyección internacional y con una suculenta recompensa. ¿Creéis que contribuye a hacer más social el conocimiento, consumo y disfrute del vino? ¿A qué pensáis que se deba su éxito de convocatoria?
Eloi:
Creo que lo que ha conseguido Vila Viniteca es difícil de igualar y supongo que contribuye en casi todo lo que has mencionado… en el consumo interior, en la cata, seguro. En el del mercado, pues no lo sé. Pero juntar a 120 parejas de este nivel, con todo el tinglado que montan, con el grupazo que trabaja para que la cata sea lo que es, ¡es la hostia! Y al final son unos días especiales, donde nos juntamos con amigos y castigamos nuestros hígados con la excusa de aprender más sobre el vino.
Nacho:
Es un evento que se ha ido engrandeciendo año tras año. Por la impecable organización de Vila Viniteca, en la que cada vez lo hacen mucho más espectacular y también porque de vez en cuando nos gusta que nos pongan a prueba.
Además, viene mucha gente conocida y es un fin de semana en donde los bares de vinos y restaurantes con una buena selección de vinos notan la llegada de todos los participantes.
- Lleváis varias ediciones participando juntos en el Concurso de Cata por Parejas de Vila Viniteca. ¿Cómo os preparáis? ¿Es complicado al no estar geográficamente cerca?
Nacho:
No nos preparamos específicamente para el concurso. Es el oficio de cada uno el que nos hace probar muchos vinos y de diferentes perfiles por separado. Así que cuando nos enfrentamos a los vinos en el concurso ponemos en práctica todo lo aprendido estos años. Nos complementamos muy bien a la hora de tomar las decisiones y afinamos el vino, no siempre acertamos, pero los razonamientos que damos creo que son fundamentados.
Eloi:
Pues la verdad es que es jodido vivir lejos el uno del otro. Creo que nos preparamos poco para el concurso, pero nos preparamos y catamos mucho para seguir creciendo a nivel personal y laboral. Yo intento que cualquier quedada a la que voy, relacionada con el mundo del vino, la gente ponga los vinos a ciegas. Me parece que así le sacas un rendimiento doble a los vinos: te los bebes y te pones a prueba.
- Antes de una carrera, se considera fundamental desayunar adecuadamente, realizar ejercicios de calentamiento y prepararse mentalmente. En el contexto del concurso de cata, ¿seguís algún ritual de preparación previo? Y, durante el concurso, ¿hay alguna parte a la que consideréis la más difícil?
Eloi:
No soy muy ritualista, yo, aunque supongo que este año intentaré copiar algo de lo que hice el año pasado, o al menos, la vestimenta… que es un compendio de ropa de mi madre y mi hermano, que ya murieron. El mayor problema que tenemos es que los días previos disfrutamos demasiado de la vida, ja, ja, ja, y nos cuesta llegar a la cata en condiciones…
Nacho:
Lo más difícil es no llegar con resaca al día de la competición. Como he dicho antes, es un finde en el que te juntas con mucha gente y las emociones están a flor de piel. El año pasado nos reservamos la noche anterior, así que este año igual intentamos hacer lo mismo.
Eloi:
Durante el concurso para mí lo más jodido es el protocolo, esa hora que estás allí dentro encerrado, antes de empezar el concurso, se me hace eterna… Yo creo que deberían poner un baño o ponernos una sonda a todos, porque el nerviosismo que me genera el emplazamiento de Barcelona, con esos techos y magnitud, me genera mal rollete. Ya cuando nos sirven los vinos, todo fluye, lo hagamos bien o no.
- ¿Habéis notado un antes y un después de haber ganado el concurso? ¿De qué os ha servido a vosotros?
Eloi:
Pues quizás más reconocimiento por parte de personas del mundo del vino, buenos amigos muchos de ellos, y las muestras de afecto de los días posteriores al concurso, fueron geniales. Aunque con lo que me quedo es con la cara de Nacho al ganar, y del abrazo que nos dimos, ese día hicimos algo bonito. Pero ni Crocs ni Almax nos han esponsorizado para la cata de este año (bromea).
Nacho:
Creo que para nosotros ha sido más el reconocimiento a unos años de oficio, eso ha sido lo más gratificante de todo. Que tu profesión y tu manera de vivir se hayan reflejado en un premio y un reconocimiento por parte del mundo del vino.
- ¿Hay algún vino de entre los del concurso de Cata por Parejas que recordéis y que os haya sorprendido especialmente y por qué?
Eloi:
Pues del año pasado, el Paul Jaboulet Aîné La Chapelle 1991, por ser un vino emotivo. Y de la semifinal, el vino de pasto De La Riva, aunque no lo acertáramos. Y mola mucho que al final, a ciegas, muchos de los vinos más baratos son los que más emocionan, como el Casa Castillo Monastrell 2021 del año pasado, o un Rancio Seco de De Muller, de un concurso anterior, que dejó a la gente ojiplática, y, si no recuerdo mal, ¡lo escogieron como mejor vino por delante de Château Grillet!
Nacho:
Viña Tondonia Gran Reserva 2001. Con este vino empezamos a poner cara a alguno de los otros vinos de la fase clasificatoria que nos llevaron a la final, además de ser el vino que más nos gustó de la fase. Y luego en la final, La Chapelle 1991, de Jaboulet, por ser el vino que acertamos a la primera, excepto la añada, y del que me guardé la copa para disfrutarlo mientras esperábamos al resultado.