Diferencias clave entre los espumosos más famosos
El mundo de los espumosos es tan diverso como fascinante. Si bien el champagne, el cava y el prosecco son los más conocidos, hay muchos más en este universo burbujeante que vale la pena explorar. Aunque todos comparten esa chispa especial que los convierte en los aliados perfectos para brindar, lo cierto es que cada una de ellas presenta unas características especiales que las convierten en únicas. Ahora que ya tenemos la primavera a la vuelta de la esquina y la agenda llena de eventos, es un buen momento para descubrir sus principales diferencias.
¿Cuáles son las diferencias entre Cava, Champagne y Prosecco?
Aunque durante mucho tiempo hemos asociado burbujas con champagne, en las últimas décadas cada denominación de origen ha luchado por defender su originalidad. Si es cierto que los franceses fueron los primeros en elaborar espumosos, otros productores como son los italianos y catalanes han creado su propio sello de identidad con la elaboración del prosecco y del cava.
Champagne, el espumoso más conocido
Los primeros en tomar conciencia de la existencia de un patrimonio colectivo a proteger fueron los franceses con el reconocimiento el 29 de junio de 1936 de la Denominación de Origen Controlada (AOC) Champagne. A partir de esta fecha ya no cualquier espumoso puede llamarse champagne. Únicamente se les puede designar a aquellos vinos espumosos producidos exclusivamente con uvas pinot noir, pinot meunier y chardonnay cultivadas, vendimiadas y elaboradas como vino en la región de Champagne, zona delimitada de Francia. Además el método de elaboración es el champenoise, un procedimiento que parte de una primera fermentación en depósito o barrica y una segunda fermentación en botella. Es en esta segunda fermentación donde se produce la crianza con una presión de entre 6 y 7 atmósferas. En el mercado podemos encontrar 7 tipos de champagne dependiendo del azúcar añadido tras el degüelle de la botella: Brut Nature, Extra Brut, Brut, Extra-Seco, Seco, Semi-seco y Dulce.
Cava: la denominación más repartida
El cava se empezó a elaborar en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) en el siglo XIX, como influencia del champagne francés. Se hace principalmente con las variedades macabeo, xarel·lo y parellada y, siguiendo el método champenoise, la fermentación en botella alcanza una presión de hasta 4 atmósferas. Su D.O. se estableció en 1972 , siendo la única Denominación de Origen que se encuentra repartida en distintas comunidades de la Península Ibérica. En la actualidad la zona de producción del cava la integran un total de 160 municipios, de los cuales la mayoría se encuentran en Cataluña, pero también hay en La Rioja, País Vasco, Navarra, Aragón, Extremadura y Valencia. Al igual que el champagne existen 7 tipos de cava según su azúcar.
Prosecco: el espumoso más vendido del mundo
Por su parte el prosecco se trata de un espumoso cuya Denominación de Origen Controlada (DOC) se crea en 2009 para delimitar su identidad en la región italiana de Véneto. La variedad de uva usada es la glera y, a diferencia del champagne y el cava, se elabora a través del método Charmat. Es decir, en vez de realizar la segunda fermentación en botella, se lleva a cabo en tanques de acero inoxidable. Un método de producción mucho menos laborioso y más económico que ha conseguido que en los últimos tiempos sea el espumoso que más se venda en el mundo entero. Una vez embotellado, la presión de la botella llega a las 2,5 y 3 atmósferas y, según el nivel de azúcar, podemos distinguir 3 tipos de prosecco: Brut, Extra-seco y Seco.
Otros grandes espumosos: Corpinnat, Crémant i Pét-Nat
Aunque hemos cubierto las diferencias entre tres de los espumosos más conocidos, ten en cuenta que en tema de burbujas hay todo un mundo por descubrir. Existen otros vinos espumosos que también están ganando popularidad por sus características únicas y sus métodos de elaboración distintivos.
Corpinnat: Esta marca relativamente nueva surge en el corazón del Penedès (Cataluña) en 2018, con la intención de resaltar la calidad y el origen de los espumosos elaborados por el método champenoise en esta región, principalmente con variedades autóctonas como el xarel·lo, macabeo y parellada. Los productores de Corpinnat buscan diferenciarse priorizando la agricultura ecológica, la cosecha manual y un envejecimiento mínimo en botella de 18 meses. A pesar de su corta trayectoria, Corpinnat está ganando reputación como un espumoso de alta calidad y de producción artesanal.
Crémant: Este término se refiere a una serie de espumosos elaborados en distintas regiones de Francia fuera de la zona de Champagne, pero siguiendo el mismo método tradicional. Se pueden encontrar Crémants en regiones como Alsacia, Borgoña, Loira y Burdeos, cada uno con su propio carácter y variedades de uva locales. Aunque el proceso es similar al del champagne, estos espumosos suelen ser más accesibles en precio y, al igual que sus homólogos más famosos, también tienen diferentes niveles de dulzor.
Pét-Nat (Pétillant Naturel): Este tipo de vino espumoso es uno de los más antiguos y está ligado al resurgimiento de los métodos naturales en la viticultura. Pét-Nat sigue el método "ancestral", en el que el vino se embotella antes de que la fermentación haya finalizado completamente, creando burbujas naturales y un espumoso más ligero y a menudo con un carácter rústico. Estos vinos suelen ser más frescos, con menor presión (alrededor de 2 atmósferas) y han capturado la atención de los amantes de los vinos naturales por su autenticidad y por su sabor menos convencional.
Si bien los espumosos son los protagonistas indiscutibles de los brindis, visto lo visto, cada uno aporta su propia personalidad. Tanto por zona de elaboración, como por variedad de uva, como por tipo de elaboración, por suerte, nos quedan muchas copas por llenar.