Descubriendo a Fredi Torres, viticultor y responsable de Vinos OFF the Record
Si hay que definir a Fredi Torres con una palabra, esta sería imparable. Un DJ suizo, de corazón gallego, que además de música en las venas lleva consigo la pasión por el vino.
Los amantes del vino no podemos más que tener gratitud por este hombre orquesta que, además de elaborar vinos de precisión suiza, con la elegancia de la sencillez, es el impulsor de la organización de Vinos OFF the Record el festival alternativo que, desde hace nueve ediciones, sigue rompiendo esquemas y ganando adeptos tanto en Madrid como en Barcelona.
Conozcamos un poco más sobre Fredi Torres y Vinos OFF the Record.
- Fredi, naciste en Galicia, pero desde muy pequeño vives en Suiza. ¿Recuerdas cuál fue la primera experiencia relacionada con el vino que conserves con cariño?
Sí. Cuando tenía cuatro años, en la casa familiar de Galicia (O Grove) y con mi bisabuelo haciendo vino para casa; teníamos una mini bodega, como cada familia granjera.
- Has llegado a comentar que a ti “la llamada del vino” te llegó tarde. Nos puedes contar ¿cómo fue?
Exacto. Llegué a redescubrir el vino cuando tenía 18 años, gracias a una novia, en Suiza, y de allí salté de cabeza a ese mundo.
- A partir de formarte como enólogo y de comenzar a trabajar en distintos países y bodegas, ¿tienes algún referente que te haya marcado? ¿Cuáles fueron esos consejos o enseñanzas que hoy en día sigues aplicando?
Recuerdo mi primera práctica vitivinícola en Suiza, con Mr. Henri Chollet en los viñedos de Lavaux, quien ha sido para mí como un padre y un personaje lleno de sentido común, que me impactó tanto y me ayudo a crear mi estilo personal.
- Desde entonces no has parado. Comenzaste dedicándote a la música, trabajando como DJ en Suiza, así que, además de tu pasión vinícola, llevas la vena festivalera de serie. ¿Cómo fue que te involucraste en la organización de Tast amb Llops? Una muestra de vinos que se ha convertido en todo un referente en Gratallops (Priorat).
Mi amor por la música y la pista de baile fue tal, que también estudie y me gradué como Ingeniero del Sonido en la famosa escuela SAE (Zúrich, Suiza) para ser mejor DJ y ofrecer todo lo mejor de mí a la gente.
Con el vino paso lo mismo, por eso es que apenas llegar a Gratallops, creamos Tast Amb Llops, con mis amigos o padres adoptivos del hotel Cal Llop, para ofrecer algo diferente y alternativo a la oferta del momento, algo con otra mirada más cualitativa y humana que hoy continúa queriendo darlo todo por ese ambiente único.
- Luego de haber adquirido experiencia participando en la organización de Tast amb Llops, ¿cómo fue que nació la idea de crear Vinos OFF the Record? Un encuentro de viticultores que ha roto esquemas, que se realiza en Madrid y Barcelona y que ya va por su novena edición.
El Vinos Off the Record me surgió después de estar en el Bierzo con Titín (Ricardo Palacios) y amigos para una formación de biodinámica con nuestro querido Pierre Masson (quien era mi asesor en biodinámica). Al no participar en la feria Alimentaria, en Barcelona, solía pillar una mesa esos tres días en la tienda de vinos Monvínic para presentar todas mis locuras y proyectos a mis importadores, pero me sentía solo. En esa noche en el Bierzo tuve la idea de reunir a mis amigos, que admiro y quiero, para hacer un evento que saliera del molde, así nace el Off.
- Vinos OFF the Record se ha convertido en una muestra imperdible tanto para aficionados como para profesionales del vino. ¿Cuál es el secreto de su éxito?
En el Vinos Off the Record ponemos, con mi socio Ollivier Jacq (a la derecha, en la foto) y nuestro equipo, toda la energía, cabeza y recursos en crear la mejor plataforma tanto para los 50 productores presentes, como para los 700 visitantes; que todos juntos pasemos un buen momento haciendo trabajo, contactos, pero sin tener la cansina sensación de estar trabajando, ni que tampoco sea un desmadre sin control.
Por eso intentamos controlar cada detalle, buscamos sitios únicos con alma, cuidamos a toda esa gente como lo hacía nuestra abuela, buscamos darle un enfoque profesional, pero como si fuera fraternal. En la última edición de Madrid pusimos un futbolín y dos juegos de arcade.
En definitiva, nunca hicimos el Off con idea de rentabilidad, a diferencia de otras ferias de vino; y queremos preservar ese formato tan único que otros intentan copiar ahora, por eso rechazamos con mucha pena más de 200 solicitudes al año.
- ¿Qué hay de tus proyectos como elaborador? ¿Nos podrías contar un poco sobre el Fredi Torres viticultor? ¿Cómo son tus vinos?
Resumir FTV (Fredi Torres Viticultor) tomaría mucho tiempo, pero simplemente diré que hace 20 años cuando llegué a España, fue un poco a contracorriente vendimiar temprano y hacer biodinámica. Hoy me encanta ver que los otros hagan también lo mismo y juntemos fuerzas en esa dirección.
Los vinos que hago siempre tienen un hilo común que es el respeto por la identidad de la zona donde elaboro, las variedades que uso, frescura y tensión que dan un conjunto de placer nítido.
Lo que estoy haciendo en Suiza también es algo muy único que vale la pena descubrir.
- Cuentas con proyectos en distintas zonas vinícolas. En todas las regiones donde elaboras vinos, ¿sigues la misma filosofía de trabajo?, ¿o vas adaptando tu manera de trabajar de acuerdo a cada zona y a cada elaborador con los que colaboras?
Al tener más de 12 proyectos en 3 países, es difícil hablar de todos, pero diría que casi todos llevan un DNA similar, pero luego cada uno tiene su propio carácter. Me suelo adaptar un pelín a cada caso porque soy sensible a la gente que conozco, al paisaje que nos rodea y a la historia de cada lugar o uva.
- Algo que va siempre contigo es la música. Has dejado salir al DJ que llevas dentro para amenizar distintas catas o muestras vinícolas de amigos y elaboradores; además, últimamente están muy de moda los maridajes musicales. ¿Qué opinas sobre armonizar música y vino? ¿Te animarías a sugerirnos un maridaje de un vino y una pieza musical?
La música siempre me acompaña en mis viajes (menos el Reggaeton, escucho todos los géneros), pero no creo conveniente poner música en la bodega o viñedo cuando trabajo concentrado, ¡pero desde siempre me gusta poner música para relajarme cuando cocino y abro una botella de vino mientras tanto!, y como bien dices, maridan a la perfección. ¡Borgoña y Chopin, o alguna pieza clásica a base de piano! ¡Un Barolo con Rock Punk o Joy Division! O ¿qué tal un Albariño viejo con Funk o James Brown?
- Tú que estás tan al día en las nuevas tendencias, ¿a qué viticultor o viticultores no debemos despegar ojo? O ¿qué región vinícola crees que está a punto de dar el gran salto y vale la pena seguir?
Sí, hay unos cuantos, pero tengo la sensación de que Rioja se renueva como no parecía posible (Carlos Sánchez o José Gil son un ejemplo); Guti con su proyecto Mixtura en el Ribeiro es algo que vale la pena seguir, así como el colectivo Som Vida Penedès, que reúne un equipo de jóvenes viticultores del Penedès; y uno que me tiene enamorado es Raíces Ibéricas, que realiza un trabajo minucioso y casi suizo para salvar o poner en valor variedades españolas con una comunicación sin caspa, divertida y más moderna.
- Alguien tan imparable como tú también lo debe de ser para buscar y probar hasta descubrir nuevos tesoros enológicos. ¿Podrías compartir con nosotros el último vino que hayas probado y que haya sido para ti un verdadero coup de cœur?
Lo mío es simplemente un affaire de pasión que intento poner a disposición de los otros intentando transmitir un mensaje para que cuidemos más la naturaleza, los animales y los humanos.
Es difícil solo seleccionar uno, pero diría Clos Stagasta, en Toinos, Grecia, vino y proyecto fuera de lo normal que me recuerda mi locura y que además estarán en el Vinos OFF the Record Barcelona 2024.