Descubriendo a Céline Pérez, directora de la Barcelona Wine Week
Originaria de la emblemática región de Alsacia, Francia, donde el vino no solo acompaña el paisaje, sino que forma parte del alma de su gente, Céline Pérez lleva en su sangre una profunda conexión con España, gracias a su padre, nacido en Pontevedra, Galicia.
Céline ocupa la dirección de la Barcelona Wine Week, una feria que, desde su creación en el inolvidable 2020, ha experimentado un crecimiento imparable, convirtiéndose en un referente y una plataforma clave para la promoción internacional del vino español.
Detrás de esta líder serena y decidida, con una trayectoria impecable, encontramos a una profesional con un don especial para conectar personas, ideas y proyectos, con el mismo equilibrio y precisión que define a un gran vino.
Conozcamos un poco más sobre Céline Pérez y descubramos qué nos depara la Barcelona Wine Week 2025.
- Haber nacido en Alsacia y tener raíces españolas debe influir de manera especial en tu conexión con el vino. ¿Qué significa para ti esta bebida tan singular y cuál es tu primer recuerdo relacionado con ella que te gustaría compartir?
Haber nacido en Alsacia me brindó una infancia rodeada de viñedos y de tradición vinícola. Mis primeros recuerdos son los aromas de las uvas maduras en otoño. Esta conexión con el mundo del vino se fortaleció aún más gracias a mi familia, que tiene una pequeña parcela donde, desde muy joven, tuve la oportunidad de vendimiar. Disfrutar de ese contacto directo con la tierra, de sentir la energía de la vid y de participar en todo el proceso de elaboración del vino, fue una experiencia que marcó profundamente mi vida. Tener raíces españolas, por parte de mi padre, ha enriquecido aún más mi conexión con el vino, permitiéndome apreciar la diversidad y la riqueza de las diferentes regiones vitivinícolas. El vino es para mí mucho más que una bebida, es un puente cultural, una expresión de un territorio y un reflejo de la pasión de quienes lo elaboran.
- Tu carrera en la organización de eventos de gran envergadura es destacada. ¿Cómo surgió la oportunidad de liderar la Barcelona Wine Week, y qué fue lo que te atrajo de este reto tan especial?
Soy licenciada en ADE y mi experiencia laboral ha estado siempre relacionada con desarrollo de negocio, haciendo crecer las empresas en las que he trabajado.
Tengo un perfil muy internacional, he vivido y trabajado en Francia, Alemania y España. Hablo 5 idiomas y soy adicta al mundo de los eventos. Mi estilo de liderazgo es “leading by example”, me encantan los retos y sacar siempre lo mejor de cada persona. La oportunidad de liderar la Barcelona Wine Week surgió en un momento en el que buscaba un nuevo desafío profesional. Lo que más me atrajo del proyecto fue la visión de crear una plataforma que visibilizara la calidad y la diversidad del vino español a nivel internacional. La BWW es una oportunidad única para conectar a productores, distribuidores, sumilleres y amantes del vino, y contribuir al crecimiento y la consolidación del sector.
- Con más de 1.100 bodegas confirmadas y más de 24.000 visitantes, la BWW se ha consolidado rápidamente como una cita clave. ¿Qué características harán única a la edición de 2025, y cómo la ves evolucionar aún más?
Sin lugar a dudas, la principal novedad de esta edición es este "salto" a dos pabellones, sin perder nuestra esencia. Era ambicioso, pero gracias a la confianza de miles de bodegas hemos superado nuestras metas. No solo representa un crecimiento en tamaño, sino también una evolución en la propuesta de valor del evento. Gracias a una mayor inversión y a la colaboración con ICEX, se espera la asistencia de más de 700 compradores internacionales clave, procedentes de mercados estratégicos para las exportaciones como Estados Unidos, Canadá, China y Japón. A estos se suman un millar de compradores nacionales de la gran distribución, el comercio especializado y el canal Horeca.
Nos enorgullece contar con el apoyo de los principales stakeholders del sector, el MAPA, el ICEX, la FEV y la CECRV. Contaremos nuevamente con el apoyo de CAJAMAR.
Para consolidar nuestra posición como evento de referencia, esta edición hemos forjado nuevas alianzas estratégicas con entidades como Fedishoreca, Club Top F&B y la interprofesional del sector, la OIVE. Estas colaboraciones permitirán atraer a un mayor número de distribuidores, prescriptores hoteleros y periodistas internacionales, ampliando así la visibilidad de los vinos españoles en el mercado global.
La participación de Decanter en esta edición es otro hito importante. Esta prestigiosa publicación brindará a los expositores la oportunidad de participar en los Decanter World Wine Awards, la competición de vinos más influyente del mundo.
De cara a futuro se tratará de fortalecer nuestro liderazgo en clave nacional, consolidando las nuevas dimensiones del salón: no queremos ser el salón más grande sino el más representativo del sector. Nuestra hoja de ruta también pasa por superar ese 20% de visitantes internacionales y buscar la excelencia en la experiencia del cliente.
- La Barcelona Wine Week es mucho más que un evento de negocio. En cada edición, se exploran temas cruciales del sector. ¿Cuáles serán los debates clave en torno al vino que marcarán la edición de 2025?
En 2025 nos centraremos en los grandes retos sectoriales como la innovación, la sostenibilidad, la digitalización y la adaptación de las bodegas al cambio climático. El programa de ponencias de BWW abordará también otras cuestiones como las nuevas formas de prescripción del vino o el papel de las nuevas generaciones, la importancia de la comunicación y el consumo moderado de vino como parte de un estilo de vida saludable. Reuniremos nuevamente a las grandes espadas del panorama vitivinícola internacional como el berciano Raúl Pérez, el enólogo del Priorat Ricard Rofes (Scala Dei), el elaborador aragonés y Master of Wine, Fernando Mora (Bodegas Frontonio), el Master of Wine y Master Sommelier Doug Frost y los Master of Wine Tim Atkin, Pedro Ballesteros y Álvaro Ribalta. Queremos fomentar un debate constructivo y abierto sobre el futuro del vino
- A pesar de su rápido crecimiento, ¿cómo ves la Barcelona Wine Week en comparación con otras grandes ferias internacionales? ¿Qué podemos aprender de ellas y qué aspectos crees que aún podemos mejorar?
La Barcelona Wine Week se ha posicionado rápidamente como la feria de referencia del vino español. Nuestra propuesta de valor es única y presenta ventajas competitivas indiscutibles. Ofrecemos un modelo diferencial con formatos de participación igualitarios tanto para grandes grupos y marcas reconocidas como para bodegas pequeñas y familiares, donde el producto es el principal protagonista. Presentamos un concepto único, proponemos un verdadero viaje por el territorio vitivinícola nacional, visual, inmersivo, que traslada directamente al comprador al territorio representado. Indudablemente lo que más valoran los profesionales que nos visitan es la posibilidad de encontrar en un único salón una imagen tan bien estructurada de los vinos de España, que pone en valor la gran diversidad de su patrimonio territorial. Pero nuestra palanca principal, y no me cansaré de decirlo, es el negocio. Nuestro objetivo es un buen retorno en inversión de las bodegas que apuestan por BWW.
Evidentemente todo siempre es mejorable, pero una de las grandes cualidades del equipo organizador es nuestra capacidad para cuestionarnos y responder a las necesidades del sector según evolucionan. Podemos aprender mucho de otras ferias internacionales, que cuentan con un historial mayor, pero también creemos que tenemos mucho que aportar.
- La sostenibilidad ha sido siempre una prioridad en la BWW. ¿Qué novedades veremos en la edición de 2025 para seguir impulsando esta causa?
La sostenibilidad forma parte de nuestro ADN. Es un reto que nos tomamos muy en serio. Un compromiso que convertimos en hechos en cada edición, reciclando las botellas de vidrio con la colaboración de Ecovidrio y los tapones de corcho junto al Institut Català del Suro para su posterior reciclaje. O logrando que el 80% del mobiliario y stands del salón sean reutilizados, o que la moqueta que cubre el espacio expositivo sea ecológica. Otro reto importante es la recogida del residuo líquido tras las miles de catas que se celebran en los stands y los espacios de actividades. Esta edición ajustaremos estas acciones conforme al redimensionamiento del salón, con un despliegue mayor. Pero el mérito no es solo de la organización del salón, sino de los miles de empresas expositoras y los miles de visitantes que reciclan, que reutilizan y que son muy conscientes de que el reto de la sostenibilidad es de todos.
- Este año, el eje técnico de la Barcelona Wine Week 2025 se centra en las cepas viejas, consideradas un patrimonio invaluable de la viticultura, y un tema estrechamente relacionado es el cambio climático. ¿Cómo aborda la BWW los desafíos que plantea el cambio climático en la viticultura, especialmente en lo que respecta a la preservación y adaptación de estas cepas centenarias?
Los vinos procedentes de cepas con más de 35 o 40 años, e incluso centenarias, están adquiriendo un valor excepcional en el mundo del vino. Estas viñas, a pesar de ser menos productivas, ofrecen uvas de una calidad superior, con mayor concentración, perfil varietal y una expresión más marcada del terroir. Tradicionalmente, los viticultores buscaban maximizar la producción de uva. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un cambio de paradigma, valorando cada vez más la calidad sobre la cantidad. Las viñas viejas, al haber sobrevivido a décadas de condiciones climáticas diversas, han desarrollado sistemas radiculares más profundos y eficientes, lo que les permite adaptarse mejor a los cambios climáticos actuales, como la sequía. Bajo el título ‘Cepas viejas, patrimonio histórico’, Barcelona Wine Week 2025 reunirá a destacados expertos y bodegueros de renombre cuyo denominador común es que elaboran grandes vinos en viñedos que tienen entre 50 y casi 300 años.
- Sabemos que la Barcelona Wine Week es una feria muy intensa, con múltiples actividades y ponencias. Si tuviéramos poco tiempo para disfrutarla, ¿qué ponencias o actividades nos recomendarías no perdernos bajo ningún concepto?
Es una pregunta difícil, ¡porque hay tantas propuestas interesantes! Vaya por delante que presentamos esta edición contenidos de altísimo valor y que valdría la pena asistir a todo. Sin embargo, si me veo obligada a concretar te recomendaría que no te perdieras dos mesas redondas: la de ICEX "Prescriptores y compradores internacionales, la mejor tarjeta de visita para el vino español" y la mesa sobre "El auge del vino blanco". En cuanto a catas, destacaría la "Cata de cepas prefiloxericas" en la cual se catarán unas auténticas joyas enológicas, la cata de "Los maestros del tiempo" sobre experiencia personal de tres grandes espadas en la recuperación de cepas viejas en España, y la irrepetible cata "Los 10 Magníficos de la D.O. Rías Baixas. La mar de vinos atlánticos"…Pero me paro aquí porque si no, ¡estaré listando todo el programa!
Recordar también visitar el espacio Wine Tasting Journey del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que visibilizará la riqueza y variedad de los vinos de cepas viejas y ofrecerá una cata autoguiada con más de 80 referencias de todo el país.
- Aunque España es un gigante del vino, aún cuesta que los consumidores y elaboradores valoren lo local al nivel de otras potencias como Francia e Italia. ¿Qué piensas que hace falta para cambiar esta mentalidad y darle el valor que merece el vino español?
La enorme diversidad de vinos que hay en España no facilita una percepción clara en el consumidor final, y es fundamental el trabajo de creación de marca y de posicionamiento en los mercados. Creo que en España es clave seguir trabajando una "marca-país" para la promoción del vino español en los mercados internacionales. Países como Francia e Italia cuentan con un largo recorrido de inversión en campañas de marketing. La increíble revolución de los vinos españoles en los últimos veinte años todavía es poco conocida. Necesitamos invertir en educación y divulgación para que los consumidores, sobre todo los jóvenes, conozcan mejor la diversidad y la calidad de nuestros vinos. Además, es importante que los elaboradores apuesten por la diferenciación y la innovación, y que cuenten sus historias. El storytelling es clave para enamorar dentro y fuera de nuestras fronteras.
- Con tantas responsabilidades como tienes, ¿te queda algo de tiempo libre? ¿Cómo sueles desconectar del día a día?
A nivel personal soy bastante networker y siempre estoy organizando cosas, reuniendo y presentando gente. Pero mi familia y sobre todo mis dos hijas son mi mi fuente de inspiración y mi mayor apoyo. Ser mujer, madre y directiva es un reto diario. Aunque el camino no siempre es fácil, creo firmemente en la capacidad de las mujeres para alcanzar nuestros sueños sin renunciar a nuestra vida personal. El equilibrio es posible, y cada día trabajo para demostrarlo. En mi tiempo libre me encanta leer, bailar y cocinar, ¡son actividades que me ayudan a desconectar y a recargar las pilas!
- Para terminar, ¿te gustaría compartir con nosotros el último vino o espumoso que hayas probado y que realmente te haya dejado una huella especial?
Como amante de los vinos españoles, siempre estoy buscando nuevas joyas que añadir a mi lista. Mi último descubrimiento ha sido un Cava de Guarda Superior que me ha sorprendido gratamente. Su calidad y elaboración tradicional lo convierten en un digno representante de la enología española ¡Simplemente irresistible!