Recetas con vino blanco
A la hora de entrar en el recetario de cocina, vemos que se recurre mucho al vino blanco. Sin embargo, ¿todos los vinos blancos son iguales para cocinar? Y si no es así, ¿cuáles son los mejores para cada plato? Lo cierto es que de vinos, como gustos, hay muchos. Los hay dulces, afrutados, secos, perfilados, suaves, complejos… Todo depende con qué variedad se han elaborado y qué procesos se han seguido para la producción del vino. Aquí te dejamos algunos consejos para elegir el vino adecuado que aporte valor a tus platos.
Para cremas
Tanto haga frío como calor, las cremas de verduras y vichysoisses están siempre en el orden del día. En estos casos, añadir un chorro de vino blanco seco con marcada acidez y pronunciados aromas herbales mientras se están cociendo las verduras, otorga alegría y cuerpo. Un vino elaborado con la variedad de origen bordelés sauvignon blanc le va que ni pintado.
Para risottos
Plato italiano por excelencia, las diferentes opciones de risottos son infinitas y son un auténtico placer para los sentidos. Con setas, mariscos, espárragos… Pero uno de los ingredientes que no puede faltar es, sin duda, el vino blanco. Es solo gracias a los toques ácidos y dulces que ofrece un chardonnay que se puede conseguir el sabor característico del risotto.
Para pescados
El albariño, de sabor fresco, equilibrado y con notas cítricas tanto en olfato como en el gusto, le van al pelo a las recetas de pescado, sobre todo si en ellas hay algún tipo de marisco. Al preparar un marinado con este vino, la carne del pescado se ablandará y además conseguirá un sabor espectacular. Igualmente, también se puede preparar una reducción para potenciar el sabor del plato.
Para carnes
Si se trata de recetas de guisos, los vinos de Jerez son los que mejor funcionan. Se pueden utilizar oloroso, fino o amontillado dependiendo del gusto personal. En cambio, para las carnes blancas los vinos secos aportan matices de lo más interesantes. Un vaso de viognier ayudará a potenciar la pieza asada o braseada. Por último, cuando se trata de carnes de caza con mucha grasa, como contraste, lo mejor es cocinar con vino dulce y afrutado como un riesling o un gewürztraminer.
Para postres
El mundo de la repostería es muy amplio y resulta delicioso adentrarse en la gran cantidad de posibilidades que pueden surgir. Para los postres más dulces, el oporto, un vino fortificado con un alto contenido de azúcar, lo hace todavía más dulce. Igualmente, los vinos Pedro Ximénez destacan por su alto contenido en azúcar. Pero si quieres intensificar los aromas y gustos propios de la fruta, un vino blanco, dulce y afrutado de la variedad moscatel será de lo más adecuado.
Ahora que ya te hemos dado unas cuantas reglas básicas para cocinar con vino blanco, solo te falta decidir el menú que vas a preparar. ¡Ah! Eso sí, utilices el vino que utilices, siempre es conveniente que sea un vino de calidad y no uno «peleón» si no quieres perjudicar gravemente la receta. Además, ten en cuenta que es preferible hacer siempre un uso moderado del vino. Si abusamos de las cantidades, nos arriesgamos a enmascarar el sabor de la receta original. Dicho esto, solo nos queda decir ¡qué aproveche!