Alemania, la cuna del vino blanco
Si por algo destaca la viticultura alemana es por la elaboración de vinos blancos. El vino blanco alemán, por lo general, es un vino elegante, fácil de beber y que gusta a todo el mundo. Vinos de cualidades únicas que, tras una pequeña crisis a principios del siglo XX debido a la producción masiva de vinos excesivamente dulces, una nueva generación de viticultores ha sabido recuperar la calidad. Vinos frescos, intensos y perfumados que destacan por su buena evolución en botella y que permanecen en las mejores condiciones durante muchos años.

«El milagro del vino alemán»
Tras conseguir perder el atractivo del vino en masa y mejorar la producción, nace lo que se le denomina «el milagro del vino alemán«. Todo un esfuerzo por parte de los productores alemanes que, preocupados por la elaboración de vinos de calidad, consiguen obtener vinos refrescantes impresos de una elegancia picante imposible de imitar. Este efecto hizo que, no solo los propios alemanes duplicaran el consumo de sus vinos en poco tiempo, sino que además éstos traspasaran fronteras. El secreto reside en la combinación perfecta de dos ingredientes vitales: el azúcar y la acidez. Por un lado el azúcar suaviza el vino y por el otro la acidez le otorga vitalidad y una increíble larga vida. En las añadas en que las dos partes encuentran el equilibrio perfecto se refleja maravillosamente la esencia de la uva y del suelo. Todo un milagro que se ha ganado el reconocimiento internacional.
A partir de la clasificación de viñedos por parte de la legislación vinícola alemana VDP, trece son las regiones donde se elabora Qualitätswein (vino de calidad). Un vino que supone el 90% de toda la producción alemana y que nace principalmente en los dos tercios sur del país. En concreto se localizan en: Ahr, Baden, Franken, Hessische Bergstraße, Mittelrhein, Mosel-Saar-Ruwer, Nahe, Pfalz, Rheingau, Rheinhessen, Saale-Unstrut, Sachsen y Württemberg. Zonas vitivinícolas cuyas viñas suelen estar orientadas al sol para aprovechar al máximo la horas de luz y que se encuentran mayoritariamente en las laderas en torno a los ríos Rin, Mosela y Nahe. Son viñedos en los que podemos encontrar hasta 140 variedades de uvas clasificadas, de las cuales 100 son para la elaboración de vinos blancos. Sin embargo, de todas ellas la auténtica responsable del «milagro del vino alemán» es, sin duda, la variedad riesling.
Riesling, la variedad reina
En Alemania el 20% de la superficie de cultivo es de la variedad riesling. La inmensa mayoría de los grandes vinos en este país se elaboran con ella y nacen en los mejores emplazamientos de los ríos Rin, Mosela y Nahe. Gracias a las condiciones climatológicas y orográficas que se dan en estas laderas crece una baya con unas cualidades exquisitas. Una uva de marcada acidez con aromas florales, notas cítricas y de manzana. Pero es que además, se trata de una de las variedades que mejor sabe expresar el terroir en el que nace.
El largo período vegetativo y el escaso grado de insolación que disfruta la uva durante el cultivo son parte responsable de este boom de la riesling. Gracias a ello se consiguen unos vinos frescos, delicados y de moderada graduación alcohólica. Características que ya de por sí triunfan en el consumidor de hoy en día y que han conseguido traspasar fronteras con gran éxito.
Los vinos dulces, la joya de la corona
Pero hasta que no se descubrieron las posibilidades de la variedad riesling, la producción vitivinícola de Alemania era famosa en todo el mundo por sus vinos dulces. Son realmente las joyas clásicas de la corona germana y consisten en vinificaciones delicadas en las que la fermentación alcohólica se detiene con solo un 8% de alcohol. Los mejores vinos dulces alemanes son Prädikatswein, una designación que se traduce como vino de calidad con distinción y que no permite la chaptalización o, lo que es lo mismo, la adición de azúcares en su proceso de elaboración. Dentro de los Prädikatswein podemos encontrar seis subdivisiones dependiendo de su nivel de madurez pero también por la labor de la Botrytis Cinerea, un hongo que ataca a la uva pero que en ciertas condiciones se convierte en lo que se designa podredumbre noble y permite elaborar unos extraordinarios vinos dulces de uva blanca:
– Kabinett: Se trata de la categoría con menos grado de azúcar (67º-85º). Son vinos ligeros y refrescantes que suelen vinificarse de forma tradicional dejando cierto azúcar residual.
-Spätlese: nombre que significa «vendimia tardía» y cuyas uvas todavía no están afectadas por la botrytis. El grado de azúcar oscila entre los 76º y 95º y sus vinos pueden variar de secos y plenos a dulces y ligeros. Envejecen bien en botella hasta diez años o más.
-Auslese: o «vendimia seleccionada» son vinos que se elaboran con uvas más maduras y en ocasiones botritizadas. El grado de azúcar es notable (83º – 105º) y la sensación de dulzor siempre contrarresta con una acidez brillante.
-Beerenauslese (BA): se traduce como «bayas seleccionadas» y supone una selección delicada y manual en viña de las uvas atacadas por la botrytis. Son unos vinos maravillosamente dulces con un grado de azúcar que oscila entre 110º y 128º y cuyo envejecimiento es esencial.
– Trockenbeerenauslese (TBA): se trata de «la uva pasa seleccionada» y disfruta de más de 150º de azúcar. Son vinos elaborados con uvas que se han dejado secar en la vid por la botrytis y han sido cuidadosamente recolectadas a mano. Son los vinos más dulces, caros y magníficos para la guarda.
– Eiswein o «vino de hielo» consiste en otra técnica de concentración de azúcar que se consigue dejando congelar la baya. Son uvas ricas en azúcar y acidez cuya vendimia se debe realizar entre -7ºC y -12ºC, antes de que se descongelen las uvas.
En principio estos vinos se disfrutan mucho mejor solos que acompañados de comidas. Motivo por el cual ha llevado a los productores alemanes a crear nuevos vinos semisecos (halbtrocken) o totalmente secos (trocken). Una moda que se inició a principios de los 80 para ofrecerlos como vino de mesa y que desde entonces ha ido evolucionando hasta conseguir unos vinos secos elegantes y deliciosos de primerísima calidad.
Ahora que ya sabes un poco más del tema solo te queda probarlos. Te invitamos a darte un paseo por nuestra selección de vinos blancos alemanes. Joyas germanas para disfrutar en tu propia casa.
Imagen de Karsten Würth @karsten_wuerth
Fuente original Unsplash.com