Albariño, chardonnay, riesling y verdejo, ¡póquer de uvas blancas!
Si algo tienen en común estas cuatro uvas es que son las reinas de las variedades blancas pues ¡gustan a todos! Los vinos elaborados con ellas son, sin duda, los más buscados del planeta. Conozcamos un poco más sobre cada una de ellas para intentar desvelar cuál es la razón de su éxito. ¿Te animas?
Albariño
Esta variedad blanca es la reina de España, los vinos de albariño son tan versátiles que siempre triunfan. Nos ofrecen frescura, elegancia y una equilibrada acidez. Son vinos de sabores cítricos, aromas frutales, que nos recuerdan a las frutas de hueso como los albaricoques pero también a las limas, pomelos y peras, que además vienen acompañados de un matiz mineral y salino que tan bien se lleva con todos los productos del mar.
A la uva albariño le gusta el clima fresco, la podemos encontrar en regiones húmedas y poco calurosas. Se le ha llegado a comparar con otra gran uva blanca, la riesling, e incluso se ha dicho que podrían tener ambas el mismo origen. Pero esta cepa, todo y que tiene sus raíces muy bien plantadas en Galicia, ha conseguido atravesar el océano y la podemos encontrar en lugares como Estados Unidos, Argentina o Nueva Zelanda además, por supuesto, de ser cultivada en otras partes de la geografía española.
Chardonnay
Chardonnay es sinónimo de elegancia, los vinos de chardonnay son algunos de los más deseados y caros del planeta. Es la soberana absoluta en el reino de las uvas blancas y, como tal, todos deseamos tenerla lo más cerca posible, por ello ha conseguido superar a la variedad española airén y se ha convertido en la uva más plantada del mundo.
Es una uva a la que podemos encontrar en espumosos, en vinos blancos secos con una interesante acidez y en vinos blancos cremosos y maduros. Para muestra, los extraordinarios vinos blancos que se elaboran con ella en su lugar natal, la Borgoña, en Francia, una delicada muestra de la elegancia y longevidad que caracterizan a esta reina blanca que, además, sabe transmitir como pocas la esencia del terroir en donde crece.
Los vinos de chardonnay que nacen en clima frío muestran una interesante acidez, con notas de manzana verde y cítricos, mientras que los vinos de chardonnay de climas cálidos muestran notas de frutas tropicales, especialmente de piña, melocotón maduro o incluso de mango.
Si los vinos de chardonnay han pasado por una crianza en barricas de roble, tienen más cuerpo y suelen presentar aromas que recuerdan a la mantequilla, especias de hornear y vainilla.
Todo y que esta variedad puede presentar una interesante acidez en los vinos que se elaboran en climas frescos, la acidez natural de la uva es en realidad moderadamente baja.
Riesling
La uva riesling es la variedad insignia de Alemania. Los vinos de riesling son de elegante expresividad, gastronómicos y extraordinariamente longevos, vinos que van desde los blancos más secos hasta los rieslings muy dulces.
Esta cepa da origen a vinos que expresan matices frutales y florales donde destacan los aromas cítricos de lima o limón en su juventud y en los vinos más maduros aparecen notas de piña, melocotón, cera de abeja o un característico y distintivo aroma varietal que recuerda al petróleo o la gasolina.
Riesling y Alemania son prácticamente un sinónimo, pero también la podemos encontrar con bastante facilidad en Alsacia, que es la única región de Francia en donde está autorizada.
Es una variedad que resiste muy bien al invierno y cuando es afectada por la podredumbre noble es capaz de dar origen a algunos de los vinos dulces más exquisitos y elegantes del mundo. La armonía que se establece entre el grado de azúcar generado como consecuencia del desecamiento de las bayas por la botrytis cinerea y su gran acidez es simplemente cautivadora.
Actualmente se puede encontrar riesling en Italia, España, Austria, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Argentina o Chile.
Verdejo
¡Es la variedad de moda! Los vinos de verdejo son tan versátiles que reinan en todas las barras. Son vinos muy amigables cuya única pretensión es hacer disfrutar a quien los prueba por lo que encajan con facilidad en todos los gustos. Son vinos ideales para consumir a copas y sus características organolépticas, donde no destaca ningún elemento por encima de otro, los convierten en opciones ideales para maridar con toda clase de comidas, inclusive con platos especiados o picantes.
En su juventud, los vinos de verdejo ofrecen un abanico aromático exquisito y tropical donde podemos encontrar notas de melón, piña, fruta de la pasión, mango o melocotón que armonizan con los matices vegetales y frutas cítricas que contienen. Además tienen un puntito amargo característico que redondea todos sus matices.
Son vinos que aceptan muy bien la crianza por lo que también podemos encontrar vinos de verdejo más complejos, con volumen y elegante cremosidad, deliciosas notas almendradas, de nueces o de miel.
Puestas las cartas sobre la mesa, es tu turno de apostar. Nosotros vamos con todo, ya que con este póquer son amplias las posibilidades de ganar. ¡Salud!