Bernard Baudry Chinon Rosé

Diseñada con dos asientos en paralelo, uno detrás del otro, una bicicleta tandem está pensada para ser pedaleada y dirigida por dos personas al mismo tiempo. Un medio de transporte que para que ruede con éxito necesita de la colaboración estrecha y coordinada de sus conductores. De la misma forma, en una bodega, para que el vino salga tal y como el enólogo tiene pensado, necesita de una relación fluida entre sus colaboradores. En el caso de Bernard y su hijo Matthieu Baudry hacen un muy buen tandem. Con la experiencia del primero y la vitalidad del segundo, padre e hijo se han convertido en unos de los productores más destacados de Chinon, en la región vinícola del valle del Loira (Francia). Producciones minúsculas que consiguen el reconocimiento de los más expertos por su calidad, autenticidad y compromiso con la tradición.

Ejemplo de este trabajo lo encontramos en Bernard Baudry Chinon Rosé, una muy pequeña producción, casi de autoconsumo, que se elabora con la variedad estrella de la AOC Chinon, cabernet franc. Cepas con una media de edad de 20 años plantadas en dos terruños distintos; en la parte más alta, suelos arcillosos y pedernales, y, a nivel del río, suelos arenosos de grava. El cultivo sigue preceptos ecológicos y biodinámicos y la vendimia es manual en el momento óptimo de maduración. En bodega, las uvas son despalilladas y se prensan suavemente. Después, se inicia la fermentación, larga y lenta, con levaduras autóctonas en tanques de cemento, que dura entre dos semanas y dos meses hasta que realiza la maloláctica. Finalmente, se embotella con un mínimo de azufre.

Gracias a la coordinación perfecta de estos dos grandes, se consigue Bernard Baudry Chinon Rosé. Un vino fruto de distintas parcelas en el que resaltan las características únicas de la uva cabernet franc y el terroir de Chinon.