Estamos ante una añada excelente dentro de la DO Toro. Con un otoño algo particular por las pocas lluvias y unas temperatura algo más altas de lo normal. Hasta comienzos de enero no comenzaron las precipitaciones a un régimen normal. De febrero a marzo las temperaturas y lluvias se registraron con normalidad con lo que las reservas hídricas y el ciclo vegetativo comenzó de manera correcta. La brotación y la floración se retrasaron algunos días debido a las bajas temperaturas de mayo. A finales de junio es cuando comienzan las altas temperaturas y se acelera el proceso de floración y crecimiento. El verano transcurre sin ningún accidente climatológico destacado has ta que a mediados de septiembre se produjeron unas ligeras precipitaciones y una bajada de las temperaturas que propició una ralentización de la maduración hasta principios de vendimia, que llegó con un óptimo grado de maduración. Con lo que los vinos de esta añada se caracterizan por un gran equilibrio entre maduración y acidez. Vinos frescos en su juventud y preparados para envejecer perfectamente.
Este año calificado como muy bueno comenzó con unas temperaturas elevadas que no comenzaron a moderarse hasta finales de noviembre y con unas reservas hídricas bastante bajas. A comienzos de la primavera las temperaturas comenzaron a subir dando lugar a los primeros lloros de las vides. El inicio del ciclo vegetativo comenzó sin grandes sobresaltos, exceptuando la poca humedad existente debido a la falta de lluvias durante el invierno. Durante el mes de mayo la vid comenzó a desarrollar la flor dando lugar a la floración la primera semana de junio. Cuando comenzó a enverar se pudo constatar la sequía y el estrés producido a las vides. A finales de agosto cayeron unas pocas lluvias que ayudaron a hidratar los racimos que ayudaron a recoger la uva más sana. Como resultado tenemos un año con vinos de un perfil concentrado y con algo de acidez. Perfectos en su juventud y con una capacidad de guarda media.
La añada comenzó con un otoño lluvioso y con temperaturas bajas que producen heladas durante días seguidos en diciembre. A comienzos del mes de marzo las temperaturas comenzaron a recuperarse y a la entrada de abril ya se pudo apreciar el comienzo de ciclo vegetativo. Debido a la persistencia de las altas temperaturas, el crecimiento de la vid se produjo de una manera más acelerada, adelantando la fecha de floración. En junio las temperaturas bajaron pero en julio tuvieron otro incremento importante que afectaron a la deshidratación de algunos granos. Agosto e inicios de septiembre el clima evolucionó de una manera normal hasta la llegada de vendimia. Como resultado tenemos un año con vinos de buen cuerpo y acidez. Vinos fluidos en su juventud y con una buena capacidad de guarda.
Cata a la vista
Bonito color cereza picota con tintes violáceos.
Cata en nariz
Intensos y perseverantes aromas frutales de mora, fresa, arándanos y plátano. Ligeros toques aflorados de violeta. Cata en boca
Se muestra equilibrado y envolvente. De gran frescura, es largo. Destaca el final en boca con sensaciones aromáticas.
Cata a la vista
Color cereza picota con reflejos violáceos. Cata en nariz
En nariz se presenta intenso de elevada, limpio y fragante. Destacan las ciruelas, moras y arándanos junto a matices florales como las violetas. Aparecen agradables especiados, pimientas y leves notas tostadas.
Cata en boca
En boca es fresco, equilibrado, sabroso, intenso, goloso, con una buena acidez, muy bien integrada. Fácil de beber. Agradable y complejo paso por boca.
Cata a la vista
Precioso e intenso color cereza picota con reflejos violáceos. Brillante, de capa alta. Cata en nariz
Nariz de elevada intensidad, limpia y fragante. Destaca una intensa fruta, ciruelas, moras, arándanos. A medida que se abre gana en expresividad regalando matices florales, violetas, agradables especiados, pimientas y leves notas tostadas aportadas por su breve paso, de cinco meses, por barricas de roble americano. Cata en boca
En boca es fresco, equilibrado, sabroso, intenso, goloso, con una buena acidez, muy bien integrada, de las que te provocan el trago y una sensación tánica suave. Fácil y muy agradable. Un vino tinto absolutamente recomendable.