Victorino 2019 es un vino tinto que en nariz ofrece aromas concentrados y complejos donde podemos encontrar notas de frutas maduras y especias acompañadas por matices licorosos que recuerdan al brandy y una pincelada de mineralidad. Su paso por boca es potente y bien estructurado. Un tinto cremoso y expresivo con un elegante final de taninos pulidos.
El año climatológico en Toro fue al igual que sus cercanos vecinos de Ribera de Duero seco y caluroso. Con una gran excepción no sufrieron la trágica helada de 28 de abril. La primavera comenzó con unas altas temperaturas que adelantaron la brotación y luego una repentina baja de las temperaturas que provocó otra vez la ralentización del ciclo vegetativo. El final de la primavera y en la primera parte del verano sufrieron unas altas temperaturas que adelantaron el ciclo. El final de julio y agosto se relajan las temperaturas y cae alguna precipitación que aseguran las reservas hídricas hasta final de vendimia, mejorando la acidez y dando frutosidad al vino.
Victorino 2016 es un vino tinto expresivo, con carácter y concentrado. Esta añada muestra toda su opulencia en nariz, con aromas de fruta roja madura, elegantes notas tostadas, tabaco y especias. Con un paso por boca majestuoso, es intenso, elegante y muy largo.
En boca es un vino muy intenso. Estructurado y profundo.Vuelven las notas de nariz: fruta negra madura, clavo y café. Al final toques de pimienta. Abundantes taninos de fruta, finos pero potentes a la vez.
Es un vino muy persistente y con un final largo.
A la vista se presenta color picota con un ribete violáceo. Capa alta y buena lágrima. Ligeramente opaco.
Buena intensidad en nariz. Potente, con abundante fruta negra madura. Aparecen notas de clavo y café. Chocolate, aromas florales de bajo monte y minerales.
Potente, muy amplio y elegante. Pero sobretodo con mucho cuerpo y carnoso. Muy frutal con un perfecto equilibrio y volviendo a encontrar la complejidad de la nariz. Largo recorrido muy sabroso y muy fresco, con una excelente acidez y balsámicos. Taninos vivos muy agradables. Final largo y muy persistente con recuerdos afrutados y minerales.
Un gran vino que no nos dejará indiferentes.
Color cereza muy oscuro y brillante con reflejos amoratados. Capa alta. Lágrima gruesa, de caída lenta que tinta la copa.
Aromas muy intensos, elegantes y con una gran complejidad. Mucha fruta negra muy madura entremezclada con marcados minerales y frescos balsámicos. Los toques de café, de goloso cacao, de vainillas y de crema le añaden complejidad. Intenso fondo de nobles tostados y ahumados y de hierbas de monte bajo.